Cuando todo era un mar de hierba

Cuando todo era un mar de hierba

Teresa Bruna. La familia del Circ Cric ha presentado el 8º Festival del Circ Cric en el Montseny (del 9 de abril al 8 de julio) con una ilusión añadida: hace 20 años que Tortell Poltrona (Jaume Mateu) y la Senyoreta Titat (Montse Trias) se trasladaron desde el barrio de Sarrià de Barcelona hasta la montaña del Montseny, un viaje que les cambió la vida y también la del circo, ya que significó la primera sede estable de creación de circo en el Estado.

Se instalaron en los terrenos de Camp Canal, de 16.000 m2, y el 29 de mayo de 1997 inauguraron el Centre de Recerca de les Arts del Circ (CRAC). Tortell y Monste recuerdan mucho las palabras del compañero periodista Jacinto Antón, que publicó en El País el artículo titulado Un circo en un mar de hierba. La hierba, la montaña y la armonía con la naturaleza han sido los valores que les han impulsado a quedarse e impregnar el Montseny con su energía: “Hace veinte años sólo había hierba y césped!”, recuerda Montse. Y Tortell añade: “¡Esto ya nos estaba bien! Queríamos vivir en un mundo que mirara a la naturaleza y no sólo al consumo, donde la gente tuviera tiempo de observar su alrededor”.
 
Escogieron Sant Esteve de Palautordera porque se había montado allí una cooperativa con algunos de los numerosos artistas que vivían por la zona: Titelles Marduix, La Claca, Xesco Boix, Comediants… “Un lugar donde levantas una piedra y sale un payaso”, dice a menudo la payasa Pepa Plana. En el mar de hierba no tenían luz eléctrica, pero esto no fue problema; la gente del circo tiene espíritu nómada y sabe adaptarse a las adversidades. “Funcionábamos —explica Tortell— con un generador de 1902 que era una auténtica pieza de museo. Venía de una fabrica de vidrio! Eh, y lo tuvimos hasta hace 7 años, cuando se consiguió que nos llegara la corriente eléctrica”. ¡Qué narices! Pero los payasos ya las llevan puestas, por eso lo resisten todo. Montaron una infraestrucutra adaptada a funciones escolares y crearon la actividad Un día en el Circ Cric para descubrir el circo a los pequeños. Ya han pasado más de 200.000 escolares. “Vienen muy motivados, les damos unas tiendas donde dejan las mochilas y donde luego pueden comer. Hacemos función mañana y tarde y les explicamos la evolución del circo”, relata Tortell.
 
En 2007 el Cric decidió dejar las giras y quedarse en el Montseny de manera estable. Diez años más tarde están muy satisfechos de haberlo decidido ya que se ha convertido en un pôle de circo. Dispone de tres carpas de diferentes tamaños, un campo para residentes, aparcamiento para 115 coches, bar, zona de picnic… y tienen la complicidad del Ayuntamiento y de todo el pueblo de Sant Esteve de Palautordera, que ven como gente de todo el país vienen a disfrutar de sus parajes y su naturaleza movidos por un circo muy familiar y cercano. “Nuestro circo es el concepto slow-food en la naturaleza. Si no fuera por el 21% de IVA…”, se lamenta Tortell. A la hora de escribir estas líneas hemos oído que el Consejo de Ministros está a punto de aprobar la bajada del IVA al 10%. Esta vez va en serio, es la mejor noticia. ¡Felicidades a todos!
 
(Artículo publicado en el número 52 de la revista Zirkólika). Puedes suscribirte a la revista aquí.

Descubre más en

Zirkólika

La cultura circense para los zirkólikos culturales.
Las artes circenses en su máxima expresión: impreso y online, para leer, ver, escuchar, experimentar y comprar.
^