La Corcoles es mucha Córcoles

Dicen que nadie es profeta en su propia tierra. Mariona Moya es la excepción: la presentación de ‘Carena’ en La Devesa de Girona fue todo un acontecimiento.
La Corcoles estaba buscando un espacio especial en el que estrenar su espectáculo. Tenía varias propuestas, pero ninguna acababa de convencerla. Una no puede hacer la première en cualquier sitio. Casualidades del destino se enteró de que el Circo Price alzó su carpa hace 55 años en el interior de Plaça de les Botxes, situada en el parque de la Devesa de Girona y durante tres días Pinito del Oro demostró porque era considerada la reina del trapecio. No necesitó saber nada más: “quiero actuar aquí”.
Pocos meses después montó la estructura de su aparato de funambulismo en esta plaza. Nada podía fallar cuando esta gironina de adopción estuvo rodeada de árboles gigantescos que la protegieron en todo momento. Mariona salió de entre ellos atraída por un contrapeso que giraba sobre sí mismo colgado del centro del alambre. Y así empezó una obra que tiene un poco de tintes autobiográficos y un mucho de viaje interior.
45 minutos de corcoleo en los que la artista lucha contra sí misma y los elementos, desafiando la ley de la gravedad, convirtiendo a los contrapesos en personajes que tanto pueden ayudarla a equilibrarse sobre el cable como, una vez en tierra firme, convertirse en pareja de baile, enemigos a batir o lastre que arrastrar.
Trepar hasta el alambre con el contrapeso en la cabeza lo llamaría poderío… No hay forma más elegante de quitarse la chaqueta que colgarse del cable por los pies cabeza abajo. Antes muerta que sencilla… Si hay que hacer una procesión de Semana Santa una la hace en las alturas para estar más cerca del Señor, con un contrapeso en horizontal entre manos y otro en horizontal, formando una cruz que va moviendo ingeniosamente con un pie mientras avanza lentamente… Si se siente sola crea un títere con una larga camisa y una careta de esgrima y como si tuviera vida propia camina debajo de ella… Si las castañuelas suenan, nada mejor que danzar a su compás sobre el cable…
La voz en off dice: “Sube a las montañas. Va que puedes”. Es la abuela Eduarda, a quien todo quisqui llama La Córcoles. Dicho y hecho. Su nieta camina por el cable inclinado como si fuera una excursionista que sube sin inmutarse por una montaña. Más tarde apostilla: “El movimiento se demuestra andando…” Tal cual. Mariona pisa fuerte y pisa con garbo, seguirá seduciéndonos sembrando semillas de arte por donde quiera que pase. Sueña que algún día no muy lejano cruzará sobre el cable las casas multicolores del río Onyar. Tiempo al tiempo.