Lo imposible no existe para Txema Muñoz

Txema Muñoz es más conocido fuera de nuestras fronteras que en su propia tierra.
Aquellos que no le hayan visto actuar tienen una buena oportunidad el 4 de abril, día en el que estrenará ‘Gota’ en La Mostra de Igualada (11:00 y 17:30 en Cal Font, passatge).
Hablando con Txema Muñoz (Barcelona, 24/03/1989) me viene a la memoria una sentencia de Thomas Carlyle: “Imposible es una palabra poco afortunada; de quienes la pronuncian con frecuencia nada bueno puede esperarse.”
La vida de este vendedor de ilusiones es una lucha contra los imposibles desde que de niño su padre le comprara un sencillo truco con un dado en Màgicus, la emblemática tienda del distrito de L’Eixample barcelonés.
Con el paso del tiempo fue ganándose la simpatía de los propietarios del establecimiento (Josep Maria Ferrándiz y Teresa Gutsens), quienes una vez que el joven aprendiz cumplió los quince años le dieron la oportunidad de trabajar en la tienda los fines de semana, las navidades y el verano.
Txema empezó barriendo el confeti y acabó vendiendo juegos. Casualidad o no, el primero que vendió fue el mismo que su padre le compró el día que cruzó por primera vez la puerta de Màgicus.

Así empezó todo. Poco a poco fue abriéndose camino actuando frente a la familia y amigos y alguna que otra actuación en la escuela.
Continuó aprendiendo trucos y picando piedra, acumulando experiencia en las actuaciones que conseguía, compaginándolas con su trabajo en Mágicus, sus estudios musicales en el Conservatorio Municipal de Música de la calle Bruc y más adelante la carrera universitaria de Publicidad y Relaciones Públicas.
Él mismo se hacía la distribución, enviando mails a diestro y siniestro, participando en festivales de magia en los que repartía tarjetas por doquier para seguir tejiendo una red de contactos.
En el 2012 creó un acto específico para galas y festivales. Este número tuvo un gran éxito, llevándolo a actuar en más de 20 países.
En 2013, tras ganar el Oro de Les Anneaux Magiques de Suiza, viajó a Japón para actuar en la Nihonkai Convention. La historia de cómo consiguió hacer realidad el sueño de actuar en Asia parece sacada de una película de aventuras.
Tardó años en encontrar quien pudiera informarle y cuando por fin lo encontró, el mago en cuestión no sabía hablar inglés y tan solo le escribió en una tarjeta: Nihonkai Mr Honda 3000 $. Una vez volvió a casa empezó a buscar por internet hasta que dio con una tienda japonesa que vendía artículos de magia. Le mandó un mail que fue respondido invitándole a una convención, pagándose de su bolsillo el pasaje. Sin pensárselo dos veces compró el billete sin tener la certeza de nada. Cuando llegó al aeropuerto de Tokio se sintió como si protagonizara un videojuego en el que tenía que ir pasando pantallas. Esperó y esperó en la cinta transportadora hasta que se dio cuenta de que su maleta se había extraviado. Llegado el momento de cruzar la aduana el policía no daba crédito con la historia que le contaba aquel joven extranjero:
– ¿Qué vienes a hacer a Japón?
– Vengo a actuar en un congreso de magia.
– ¿Quién viene a recogerte?
– Mr. Honda.
– ¿Y quién es Mr. Honda?
– No lo sé, lo he conocido por internet…
– ¿Y el material?
– Lo he perdido…
Conseguir pasar la aduana fue un auténtico número de escapismo… Tenía los nervios a flor de piel: no las tenía todas de que alguien le estuviera esperando en la salida. Cuando cruzó la puerta respiró aliviado: un señor llevaba un cartel que llevaba escrito Txema Muñoz Barcelona. Al día siguiente estaba en el teatro esperando para salir a actuar sin saber qué hacer porque no tenía su material. Su maleta llegó cinco minutos antes de salir a escena…
Lanzarse a la piscina sin saber si tenía agua tuvo su premio. A partir de ese momento empezó a viajar por todo el mundo: Santiago de Chile, Taiwan, China, Estados Unidos…
Nada ni nadie podía detenerle en su empeño de convertirse en un artista. Mario Andres Gómez y Jaume Jové (JAM) le ayudaron a dar forma al que sería su primer espectáculo de magia teatralizada: ‘Tea Time’ (2015).
Siguiendo el consejo de este último abandonó la palabra en The Postman (2018) y continuó formándose: mimo corporal dramático en Moveo y como clown al lado de grandes maestros como Avner The Excentric, Carlo Mo o Peter Shub.
Durante la pandemia construyó un vehículo para su espectáculo itinerante ‘BLU The Lost Toy’ (2021) y parió ‘Lumière’ (2022) con la ayuda de Carles Sans del Tricicle, obra que presentó en un gran teatro teatro de Singapur durante cuatro meses.
Seguidamente se lanzó a un proyecto que gira alrededor de un tema de actualidad: la sequía. Contactó con Yves Sheriff, uno de los responsables de casting del Cirque du Soleil, y se fue a Montreal para aprende un nuevo lenguaje con el que crear su nuevo espectáculo ‘Gota’ (2025).
Tras unos cuantos meses de trabajo junto a su mentor en la École Nationale de Cirque de Montreal regresó a casa para continuar con el proceso de creación, contando con la mirada externa de Claire Ducreux, para trabajar las emociones y el movimiento, y la dirección de Leandre Ribera.
‘Gota’ ya ha participado en el showcase de Internationale Kulturborse de Freiburg en Alemania y en el Strt Fstvl en Holanda. Además también ha sido seleccionado en la Feria de Artistas Callejeros Umore Azoka Leioa.
A Txema nadie le ha regalado nada. Su vida es de por sí un inspirador espectáculo de superación personal y un buen ejemplo de cómo soñar con los ojos abiertos.