El payaso argentino Nanny Cogorno fallece de forma inesperada

El payaso argentino Nanny Cogorno fallece de forma inesperada
Nanny Cogorno

El mundo se vuelve más triste cada vez que un payaso parte. La comunidad circense argentina e internacional se levantó, el pasado miércoles 23 de noviembre, con la triste noticia del fallecimiento repentino de Nanny Cogorno por un problema de salud.

Nanny Cogorno fue tal vez uno de los primeros payasos callejeros argentinos que salió al mundo allá por mediados de los 90. Volvió lleno de ideas para crear un festival de humor llamado Carcajada en Argentina, que a mi humilde entender marcaría a toda una generación de noveles malabaristas y artistas callejeros circenses con ansias de payasos.

El reconocido artista Nanny Cogorno falleció el miércoles 23 de noviembre de 2022

Hace un par de semanas recordé aquel evento, que sucedió entre 2000 y 2005 si la memoria no me falla. Fer Castastrofer, un payaso de Torcuato, fanático del Platense, residente en Barcelona desde hace más de 2 décadas estaba por Buenos Aires y me aventuré un martes hasta Vicente Lopez a ver un partido del Calamar contra Lanus. Tenía un vago y remoto recuerdo de la calle Zufriategui y de ese estadio. Allá por el 2002-2003, sucedería en el estadio cerrado, alguna de las ediciones del Festival Carcajada. Repito, a mi gusto el mejor festival de humor que recuerde.

Festival Carcajada

El director general era el payaso Nanny Cogorno. Con los años pude reconocer la trascendencia del mismo. Un evento novedoso y único que combinaba en la programación una nueva ola de artistas callejeros, payasos muchos, con comediantes del teatro off y con referentes del humor porteño de los 80, que habían participado del mítico Parakultural y de todo ese fervor que sucediera post dictadura.

Muchos todavía no habían dado su salto al estrellato. Actores y comediantes como Capusotto, Carlos Belloso, Diego Wainsten, Marcelo Savignone se intercalaban con artistas callejeros Riki Ra, Carlos Pulenta y Cirko Marisko.

El festival Carcajada fue el mejor festival de humor que recuerdo

Hace también unas semanas encontré un flyer de aquel festival que replicaba la onomatopeya de la risa. Ja. Ja. Ja. Para mí, que en ese entonces era un mocoso de 19 años, que hacía malabares en el semáforo, escribía monólogos y quería ser payaso de ese festival fue un antes y un después. No solo hice mi primer curso de clown con un profesor internacional, Jesús Jara, sino porque vi muchísimos espectáculos de sala, monologuistas, comediantes absurdos, ácidos, shows de calle y todo lo que se le parezca.

A decir verdad, la edición que me marcó fue la del año anterior a la de la Platense, que fue la última en la capital porteña. Según me contó años después cuando conocí a Nanny en persona, una calurosa mañana de verano, bajo la sombra de un árbol, mientras tomábamos unos mates, en su casa de Mar Azul (balneario cercano al mítico Villa Gesell, donde realizó durante años temporada).

Esa vez me contaba que habían tenido que migrar y dejar la capital federal, que ya vislumbra el oscurantismo cultural que sobreviniese Post Cromañon (incendio en discoteca en el que murieron 300 jóvenes y que sería la excusa para la privatización de cultural que iniciara el macrismo al asumir su gobierno en 2005). Como la mayoría de los festivales que hicieron historia se acababan por los palos en la rueda de las instituciones públicas y la falta de apoyos económicos. 

No sé qué edición habrá sido, si la segunda o la tercera, esa que sucedió en el Mesón Español, también conocido como la calle de los títeres, un espacio polifuncional que era perfecto para un festival de tales características. Tenía un patio de adoquines donde se podían hacer shows de calle y varias salas donde programar espectáculos. Allí vi por primera vez a Diego Capusotto en vivo, quien fuera padrino de uno de los festivales y a tantos otros grandes del humor, gratis, a la gorra o por 2 o 5 pesos.

Hasta el día de la fecha nadie logró replicar el concepto de ese festival. Se acabaría por lo mismo que la mayoría de los eventos de la cultura independiente porteña, por falta de permisos y trabas de todo tipo. Creo que logró realizar 6 ediciones con un cartel realmente envidiable, que incluyó artistas nacionales e internacionales. Fue uno de esos tantos privilegios de haber crecido artísticamente en esa Buenos Aires post crisis 2001 donde hacía tanta falta reír, y la necesidad y la creatividad forjaron a infinidad de payasos, bufones, humoristas como el que escribe.

Primera Generación

Nanny pertenecía a la primera generación que se aventuró al viejo continente. Vivió algunos años en España. Giró bastante en la época de oro y desconozco el motivo, pero regresó a Argentina, luego de esos años del Carcajada, se instaló finalmente en Mar Azul, Villa Gesell, donde terminaría siendo fundador y director de la Casa de la Cultura de dicho pueblo. Intuyo que la gran mayoría entendió que era más factible llevar su vasta experiencia a un lugar pequeño que lidiar con la monstruosa mafia cultural de las grandes ciudades. 

Entre otras de sus grandes hazañas payasiles recuerdo la foto de la expedición de Payasos sin Fronteras a Kosovo en la que participaría junto al Loco Brusca, Rumpelstinki y David del Loco Circo.

Cogorno había recibido un premio en España por su trayectoria como artista cómico

Nanny Cogorno estaba muy vinculado a Vila-real y recientemente había recibido el Premio Ramón Batalla por su implicación en la difusión de las artes de calle. La entrega del galardón se enmarcaba en el inicio de la 34ª edición del Festival Internacional de Teatro de Calle (FITCarrer) que se celebra durante un fin de semana en diferentes puntos de la ciudad de Vila-real.

Desconozco los pormenores de su trayectoria, se lo dejo para alguno de sus amigos y colegas más cercanos. Sin duda alguna, fue uno de los grandes referentes del circo callejero argentino, llenando de sonrisas a miles de personas a nivel nacional e internacional.

Más allá de algunas diferencias y polémicas que pudimos haber tenido en algún momento por las redes, no hay duda alguna que su partida es una gran pérdida. Tiene entre otras cosas el gran mérito de ser el primer payaso, director de cultura y de haber ideado el festival Carcajada que a mi humilde parecer dejó una huella imborrable a todos lo que ansiabamos dedicarnos a hacer reír.

Por las risas de ahora y de siempre, que en paz descanses Nanny.

Un afectuoso saludo a sus familiares y amigos. Gracias por toda la alegría que has brindado al mismo. Como dije al principio, cuando un payaso se va, el mundo se vuelve un poco más triste…

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