Título: Dibuixos del circ de Joan Soler-Jové/ Autor: Joan Soler-Jové/ Diseño e introducción: Javier Sáinz/ Edita: Javier Sáinz Editores/ Fecha de publicación: Abril 2015/ Número de páginas: 64/ Ilustraciones: 55/ Formato: 23 x 21

El editor madrileño Javier Sáinz Moreno ha ido recopilando dibujos de circo de Joan Soler-Jové sin que él lo supiera y le ha hecho el regalo de recoger una cincuentena de ellos en un libro que refleja el amor del artista establecido en Sitges por el arte de la pista redonda. 

Un día que Joan Soler-Jové pintaba en una calle de Barcelona se le acercó un señor con un ademán distinguido: “Oye chico, ¿este dibujo lo haces para vender?”, le pidió. Él, que era un jovenzuelo de 16 años y no se lo había planteado nunca, se quedó de una pieza: “¡Pero si ni siquiera está terminado!”, le contestó. Entonces aquel hombre, acercándole una tarjeta de visita, le dijo: “Pues cuando lo tengas terminado, me vienes a ver”. Al cabo de unos días, el joven fue a su casa y le llevó, además de aquel dibujo, otros que había hecho en el circo. Resultó que el hombre que había percibido las excepcionales dotes de aquel chico más bien tímido era Rafael Amigó Riutort, el primer coleccionista de circo que se cruzó en su vida. Ese día, el joven artista vendió sus primeras tres acuarelas a 100 pesetas cada una y volvió a casa hinchado de orgullo.

Joan Soler-Jové, que acaba de cumplir 81 años, no sabría decir cuántas pinturas y dibujos de temática circense ha hecho a lo largo de su vida, pero deben ser muchos miles. Desde que su padre lo llevó a una función del circo Amar de París en la plaza Monumental de Barcelona, el año 1948, el veneno del “más difícil todavía” se le extendió por el cuerpo y ya no pudo parar de dibujarlo. En 1950, la revista Destino ya publicaba una foto de un joven pintor que miraba de hacer entrar cinco elefantes del circo Pinder dentro de su caballete y durante la última gira de Charlie Rivel por Alemania, a inicios de los años 80, el circo Krone incluso le reservó un espacio en la grada para que pudiera dibujar con comodidad.

Función tras función, artistas, animales, carpas, caravanas, jaulas, público, músicos y mozos de pista, entre otros, han ido pasando por la mano de Soler-Jové hasta componer una auténtica enciclopedia dibujada del circo clásico. Pero además de fuente de inspiración, la pista también ha sido para él una fuente inagotable de amistades que han perdurado toda la vida. El editor madrileño Javier Sáinz Moreno, otro apasionado del circo, lo ha querido sorprender con un libro que recoge una cincuentena de dibujos y un prólogo en catalán en el que dice cosas como esta: “Sólo el pintor de talento que haya querido mucho el circo y lo haya entendido sagazmente, puede recoger así, a golpes de inspiración, el ambiente, las escenas, los instantes, las impresiones, el movimiento e, incluso, los sentimientos del mundo del circo, con esta fuerza de lo auténtico, de lo profundo y sencillo, sin afanes pretenciosos, por puro corazón y libertad de trazo espontáneo, fustigando el lápiz”.

Gemma Tramullas