El reto de los espacios de exhibición

El reto de los espacios de exhibición

El empujón que el Pla Nacional de Circ ha dado al circo catalán se enfrenta ahora al problema de los espacios de exhibición. Después de abordar con éxito temas como la cohesión del sector, los espacios de ensayo, sitios de residencia, ayudas a la producción y promoción del circo catalán en el extranjero ahora es necesario abordar este hueso difícil de roer.

Por un lado, el circo de calle parece tener un lugar preponderante en fiestas mayores, ferias y festivales especializados. En cambio, el circo de sala, a pesar de haber aumentado la oferta cuantitativamente y cualitativamente parece tener dificultades para encontrar lugares de exhibición.

El problema con el circo de sala parece residir, en parte, en el desconocimiento por parte de los programadores o, a veces, en la identificación del circo con un espectáculo infantil exclusivamente programable el domingo por la mañana, por el cual (sorprendentemente) no se está dispuesto a pagar un cachet al nivel de una obra de teatro programada el viernes por la noche.

Son todavía pocos los espacios que programan circo con regularidad en Cataluña. Entre los tres grandes espacios barceloneses: Teatre Nacional, Mercat de les Flors y Teatre Lliure apenas si llegan a las 5 espectáculos de circo anuales. El único espacio grande que programa circo con regularidad es el Ateneu Popular de Nou Barris, con la producción de 3 combinados de circo al año (espacios para la experimentación) y el Circ d’Hivern, a parte de programar otros espectáculos. También hay que añadir los espacios que programan espectáculos de payasos o de pequeño formato con regularidad como la Sala Almazen o el SAT. Por todo esto, es más actual que nunca el debate sobre si es mejor hacer un circo estable en Barcelona o establecer algún tipo de convenio con algunos teatros de la ciudad.

El tema pendiente sigue siendo el de los espectáculos de circo para adultos de gran-mediano formato que difícilmente son contratados para más de una actuación. A pesar de ello, empieza a haber un pequeño circuito que integra ciudades como Olot, Granollers, Mataró, Sant Cugat, Viladecans o Sabadell que programan un espectáculo de circo al trimestre, sin duda apoyado por el programa Cultura en Gira, que tiene un apartado específico para circo. Sin embargo, esto no es suficiente para absorber todos los espectáculos de sala que se producen, a pesar de ser espectáculos con muy buen recibimiento por parte del público.

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