La asociación valenciana de circo reivindica la calle

La asociación valenciana de circo reivindica la calle

Hace unos días los músicos callejeros pedían que el ayuntamiento de Valencia concediese licencias para poder actuar en la calle de forma legal, tal y como ocurre en otras ciudades, donde los ayuntamientos establecen una serie de requisitos para que los artistas desarrollen su actividad sin causar molestia a los vecinos como medir el nivel del músico, fijar unos horarios de actuación, límite de tiempo, etc.

La Asociación Valenciana de Circo ya consiguió que el consistorio valenciano diese su brazo a torcer y se creó un acuerdo para crear un Circuito de Teatro de Calle, donde los artistas pueden ejercer su actividad en unos espacios y horarios marcados.

Concretamente, las actuaciones tienen lugar los fines de semana en los Jardines de Viveros, el Parque Cabecera y el Parque del Oeste.

El próximo 21 de octubre se dará inicio a la nueva temporada y según relata César García, gerente de la asociación, se están haciendo trámites para intentar extender las actuaciones a más espacios de la ciudad como el Paseo Marítimo, los Jardines del Palau o el centro histórico.

El centro de Valencia está catalogado como zona ZAS y es el que más reticencias ha creado por parte del ayuntamiento, “En un primer momento lo incluimos en el circuito, junto con la Concejalía de Cultura, pero finalmente el Ayuntamiento prefirió eliminar las actividades que pudieran suponerle alguna complicación.”

César reconoce que el tipo de espectáculo que se desarrollarían en el centro no es el mismo que los que se realizan en espacios más abiertos. “En el Parque de Cabecera a veces somos un grupo de varias personas y hacemos acrobacias o malabares. En el centro los espectáculos serían más reducidos y de menor duración”, porque los espectáculos que viene preparando el Circuito son en torno a una hora de duración. “Si actuáramos en zonas de tránsito no tendría sentido actuar tanto tiempo”.

Además, explica que para un artista que se dirija de forma individual a pedir un permiso es “prácticamente imposible” obtenerlo. “No hay un marco legal desarrollado. De esta forma, el artista que actúa en la calle bajo su responsabilidad está expuesto a una sanción, aunque “siempre depende del policía.”

Esto ocurre porque, según César, no hay desarrollada una cultura de espectáculo de calle. “Así como en otras ciudades europeas el artista de calle está reconocido como un valor cultural de la ciudad y en muchas ocasiones las instituciones lo apoyan, en España muchas veces se asocia con la mendicidad.”

La Asociación Valenciana de Circo lleva casi diez años en escena y ha conseguido parcialmente su objetivo, la garantía de un espacio donde los artistas pueden entrenar y guardar su material que, a su vez, sirve como escuela de circo donde se imparten las distintas disciplinas: malabares, verticales, telas, mazas o clown.

Fuente: Las Provincias.

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