Pasado, presente y futuro del circo

Pasado, presente y futuro del circo

La conmemoración de los 250 años de la creación del circo moderno y la celebración el próximo 21 de abril del Dia Mundial del Circo es una buena oportunidad para reflexionar sobre el espectáculo de los imposibles, la profunda transformación que vive y la adaptación a los nuevos tiempos. Repasamos en este artículo los orígenes, posterior evolución y la situación actual del circo.

En el año 1768, muy cerca del famoso puente de Westminster, en el sur de Londres (Inglaterra), el joven sargento mayor del ejército inglés Philip Astley (1742-1814), de solo 26 años de edad, acababa de llegar victorioso de la guerra de los Siete Años. Después de la batalla, parece que este valeroso militar se convirtió en un showman y presentó como gran novedad un espectáculo con malabaristas, equilibristas de cuerda, domadores de perros, acróbatas y caballos. El espectáculo se hizo en una pista circular, ya que los jinetes y las amazonas, gracias a la fuerza centrífuga de la pista, ganaban mucho más equilibrio sobre los caballos. Pocos años después, este espectáculo ecuestre se empezó a denominar circo, pero la fecha de 1768 y el nombre de Philip Astley están considerados como el nacimiento del circo moderno. De todo aquello este año se conmemoran los 250 años.

Expansión y esplendor

Durante estos dos siglos y medio, el circo vivió su época más expansiva, principalmente durante la segunda mitad del siglo XIX. Gracias a los nuevos sistemas de transporte y, sobre todo, al desarrollo del ferrocarril, los circos pudieron ir de una ciudad a otra con rapidez sin tomar en cuenta el material pesado que trajinaban ni los grandes zoológicos o ménageries. También vivió su época dorada durante el periodo de entreguerras, en los años 20 y 30, con artistas que formaron parte de un star-system propio. Después de este apogeo, sobrevivió a la irrupción de grandes competidores como el cine, la televisión o Internet. Desgraciadamente, como espectáculo popular de masas, el circo fue debilitándose a partir de los años 60 a causa de un declive y la perdida de prestigio de los espectáculos, y con la irrupción de las nuevas formas de ocio el público se fue alejando de las carpas y el circo reduciendo su presencia en los medios de comunicación, que perdieron el interés por un espectáculo que no se renovaba. Durante el tardofranquismo, además, el circo se infantilizó —muchas compañías recurrieron a series de éxito de la televisión para atraer público— y aún hoy lleva colgada la etiqueta de espectáculo infantil, un fenómeno que contrasta con Francia, Alemania o los países escandinavos, donde el circo se percibe como un espectáculo también para los adultos y que goza de buena salud y aficionados.

Nacimiento del nuevo circo

La crisis del modelo tradicional —el circo se transmitía fundamentalmente de padres a hijos y los espectáculos eran una sucesión de números en los que se valoraba la proeza y se trabajaba la técnica— dio lugar a partir de los años 70 al nuevo circo. Este nuevo circonació muy influido por la contracultura y el Mayo del 68, que en muchos otros campos, pero también en el circo, dio lugar a una explosión creativa y una corriente de vanguardia y experimental. Con el nacimiento del nuevo circo también se crearon muchas escuelas, hasta aquel momento inexistentes, se rompieron los códigos artísticos y se impuso una estética mucho más contemporánea que iba más allá de la técnica y la proeza para explicarnos historias, sentimientos y materias más cotidianas y humanas. Este nuevo circo, con nuevas inquietudes y que en parte se empezó a desarrollar en la calle, también supo fusionar las técnicas decirco con el teatro, la danza o las artes plásticas.

En el Estado español, con una larga tradición artística y empresarial, el circo siempre ha tenido mucho vigor, aunque no siempre se ha reconocido como parte integrante de la cultura, más bien se ha quedado al margen de ella, y le ha faltado visibilización a pesar de algunas propuestas con gran repercusión. A finales de los años 90, algunas iniciativas dejaron huella: Una de ellas fue el nacimiento del festival Trapezi el año 1997 en Reus (Baix Camp), que en sus primeros años presentó un circo renovado y trajo a las mejores compañías europeas de circo contemporáneo. La segunda fue la llegada del Cirque du Soleil un año después, en 1998, que permitió cambiar el imaginario del circo que tenía hasta aquel momento mucha gente. El nacimiento del Festival Internacional de Circo de Albacete también ayudó a articular un mapa de festivales que con los años no ha parado de crecer.

Nuevos equipamientos

A partir del año 2007, el circo consiguió un cierto reconocimiento institucional y la Generalitat de Catalunyaa empezó a implementar políticas específicas como un plan integral (2008-2011) o una red de ciudades amigas, aunque la crisis económica y los posteriores recortes interrumpieron en parte estas buenas iniciativas. A pesar de todo, gracias en buena parte a aquellos contratiempos, en Barcelona se inauguró en el año 2011 La Central del Circ, en el Fòrum de Barcelona, un gran equipamiento de 3.500 metros cuadrados que actualmente es un referente en toda Europa y un excelente instrumento para la creación y residencia de muchas compañías. También supuso un gran paso adelante la recuperación, el año 2006, del histórico Circo Price (Madrid), que ahora con su nueva directora María Folguera empezará una nueva etapa en el circo estable.

El año 2011, desde el Ministerio de Cultura también se aprobó el Plan General del Circo, que  contó con la implicación de muchos circos. Paralelamente, y a pesar de la crisis, el circo ha ido construyendo estos últimos años una importante base, con muchas iniciativas de circo social, formativas y de creación que están repartidas y descentralizadas, cosa que hace prever un crecimiento y fortalecimiento aún más grande que todaestamusculatura. Además, en el Estadoespañol están representadas todas las manifestaciones circenses, desde las más experimentales y contemporáneas hasta las más tradicionales con animales salvajes, que los últimos años han sido expuestos a unas grandes presiones a causa de furibundas campañas animalistas, la falta de respuesta de los circos, y cada vez más prohibiciones por parte de ayuntamientos. Desgraciadamente, durante los últimos años los grandes circos tradicionales de los años 80 y 90 (Gran Circo Mundial y Circo Americano) han entrado en una importante crisis y su futuro es incierto. Como contrapartida, han aparecido otras propuestas con una gran aceptación, como el Circo de los Horrores.

Internacionalización

La internacionalización también ha sido importante durante los últimos años. La marca Catalan Circus, creada hace 10 años por la Generalitat, también se ha ido extendiendo poco a poco y muchas compañías han tenido buenas oportunidades a través del Institut Ramon Llull y sus programas de internacionalización. En Andalucía, muchas compañías de circo se han consolidado y el sector ha mejorado.

De todas maneras, en estos momentos, la falta de un circuito para las compañías de circo, todavía con un trabajo poco conocido y espectáculos difícilmente catalogables para muchos programadores, provoca que muchas compañías de vanguardia y con un gran talento tengan muchos más contratos en el extranjero que en casa. Además, la crisis del circo tradicional hace que la mayoría de artistas estén haciendo carrera en el extranjero y aquí sean artistas prácticamente desconocidos.

Vida cultural

En el mapa circense también hay que hacer mención del festival internacional Elefante de Oro, que desde el 2012 reúne una vez al año a todo el sector del circo más tradicional a nivel europeo. Con solo siete ediciones es un festival reconocido en todo el mundo y a través de la Circus Arts Foundation está trabajando para recuperar la afición y la popularidad del circo tradicional a través de espectáculos de circo de calidad. Los proyectos de futuro que se han anunciado también hacen prever un crecimiento aún más grande de la actividad del circo. El Cirque du Soleil instalará a partir del 2018 una carpa de 19.000 metros cuadrados y con capacidad para 2.500 espectadores en Hospitalet de Llobregat, donde llevará sus espectáculos de gira por Europa hasta el año 2030, según un acuerdo entre el Ayuntamiento y la compañía canadiense.

La formación también ha hecho pasos hacia delante con la creación de nuevos títulos en las escuelas Carampa (Madrid) y Rogelio Rivel (Barcelona), a pesar de que en este campo todavía se está muy lejos de la formación reglada que tienen los países más avanzados. Los otros puntos débiles son la producción de espectáculos y la falta de espacios adecuados para la exhibición de circo, que hace que se establezca una barrera y no permite que el público pueda conocer la gran variedad de propuestas que hay.

El circo, con un potencial enorme, y pese a todos los déficits estructurales de formación, producción, exhibición y circuito, vive en estos momentos un florecimiento y está ampliando su base. A pesar de todo, este crecimiento no se visualiza suficientemente y el circo se mantiene aún hoy al margen de la vida cultural, en buena parte porque no ha recuperado el prestigio y porque todavía se percibe muy erróneamente como un espectáculo infantil y/o de puro entretenimiento y comercial.

 

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