[REPORTAJE] Copenhague: el circo más antiguo

[REPORTAJE] Copenhague: el circo más antiguo

El circo de Copenhague es uno de los circos estables europeos conservados más prestigiosos y el más antiguo. Situado en el céntrico barrio de Axeltorv, fue inaugurado en 1886 y actualmente es un dinner show y lleva el nombre de Wallmans Cirkusbygningen. Signo de identidad de la ciudad danesa, el edificio está protegido por ley desde 1988 por su gran valor arquitectónico. En España hay que recordarlo por las actuaciones de la hija de Charlie Rivel, Paulina Andreu Schumann.

El antiguo edificio del circo de Copenhague es una construcción histórica en el marco de las arquitecturas europeas del circo. Su forma circular coronada por una cúpula visible del exterior lo caracteriza, así como el friso decorativo que le rodea. La forma circular era habitual en los primeros circos construidos, que fueron verdaderos precursores de las carpas desmontables actuales.

El edificio fue construido rápidamente durante los años 1885 y 1886 con un gusto arquitectónico y decorativo todavía muy inspirado por el neoclasicismo. El arquitecto y decorador danés Henrik Vilhelm Brinkopff (1823-1900) concibió un conjunto práctico y modernísimo por su tiempo, con capacidad para establos para un centenar de caballos y una piscina bajo la pista circular para espectáculos acuáticos. El peligro de incendio que representaban las construcciones tradicionales de madera hizo evitar este material en beneficio del ladrillo y la piedra. El primer proyecto de fachada era muy exuberante y aún más neoclásico, con estatuas griegas y columnas monumentales. Hoy todavía se conserva el friso exterior con una decoración de carreras de caballos que rodea todo el edificio, obra del escultor Frederik Hammeleff (1847-1916). Es un verdadero signo de identidad y objeto de peregrinación para los enamorados de este gusto, que implicaba el retorno suave pero muy posromántico a las modas de vida del mundo antiguo.

El promotor de esta iniciativa fue Ernst Jakob Renz (1815-1892), un director de circo y célebre artista alemán por ser el fundador del Circus Renz, establecido en Berlín en 1842 con el nombre de Circus Olympic y que mantuvo la actividad hasta el 1897. Renz había promovido otros edificios de circo, generalmente muy originales para la época, en Hamburgo, Viena, Breslau o Bremen. Renz había seguido los pasos de su padre Cornelius en el circo Brilloff, donde aprendió equitación y funambulismo. El circo de Copenhague, inaugurado el 8 de mayo de 1886, quería ser una réplica fastuosa de los circos alemanes de Renz. El año siguiente lo alquiló a otro alemán, hombre de circo, Albert Schumann el Viejo, que poco antes había abierto un circo en la vecina ciudad sueca de Malmoe.

En Copenhague, el nuevo circo se ubicaba en Axeltorv, una zona muy frecuentada en el centro de la ciudad y barrio de distracciones y juerga donde ya en 1882 había existido un circo, el Benneweis. Varios edificios rodeaban la construcción circular inicial de los espectáculos en los que se alojaban todo tipo de animales; eran famosos los elefantes y las jirafas, pero sobre todo los caballos. De estos edificios se conserva el Artistcafé, aún hoy lugar de gran concurrencia. A finales del siglo XIX, el circo de Copenhague fue una referencia europea y acogía las mejores compañías.

Pero en marzo de 1914 un incendio lo devastó; por suerte, quedaron en pie los muros exteriores y el friso esculpido que hoy todavía le da celebridad. La reconstrucción bajo la dirección del arquitecto Holger Jacobsen (1876-1960) fue muy rápida y al año siguiente ya volvió a abrir, esta vez en manos de otro circo alemán el Zirkus Sarrasani, hoy todavía activo en un otro circo estable venerable, en la ciudad alemana de Dresde.

La tradición ecuestre del circo de Copenhague ha durado casi durante todo el siglo XX por mérito de la familia Schumann. La historia comienza en 1916 cuando el Zirkus Schumann, heredero del Circo Renz y muy presente en toda Alemania, ofrece su espectáculo, casi único entonces, de caballos y variadas atracciones ecuestres. Willy, Ernst y Oscar Schumann eran los sobrinos del gran Albert Schumann y los hijos de Max Schumann. A partir del 1918, la historia del circo de Copenhague está muy ligada a esta familia, ya que, con la excepción del periodo de inicio de la Segunda Guerra Mundial, no fallaron ningún verano del 1918 al 1937 y del 1943 al 1969, manteniendo la reputación del circo de Copenhague como uno de los lugares más prestigiosos para las representaciones y espectáculos ecuestres. El circo Schumann se convirtió en un circo danés, adoptado y respetado.

Aquí hay que hacer un punto y aparte para recordar a nuestra Paulina Andreu Schumann, hija de Charlie Rivel y casada el 28 de noviembre de 1946 con la última leyenda de domadores de caballos, Albert Schumann, hijo de Oskar Schumann. En el marco del Circo Schumann, ella renovó durante los años cincuenta y sesenta las coreografías y los espectáculos de caballos en el mundo del circo. Fue en el circo de Copenhague, principalmente entre 1955 y 1965, donde fue madurando su leyenda de última gran diva del universo del circo.

La historia del circo de Copenhague durante los años setenta, ochenta y noventa es muy parecida a la que ha hecho desaparecer la mayor parte de los circos estables europeos. En el caso de Copenhague, los peligros ya habían comenzado antes, pero la presión popular evitó lo peor cuando, en 1963, una empresa, Anva, compró el edificio para hacer unos grandes almacenes. Muchas dificultades y el alto precio del alquiler hicieron que los Schumann dejaran el edificio. El circo danés Benneweis tomó el relevo hasta 1990, pero el evento principal de aquellos años fue la decisión, en 1974, de la ciudad de Copenhague de comprar el edificio para alquilarlo. Así, durante el invierno se veía cine, y en verano, circo.

En 1988 se protegió la construcción por su valor arquitectónico y estas decisiones impidieron la desaparición de un lugar prestigioso que hoy acoge todo tipo de espectáculos, pero que también es visitado por su valor arquitectónico y por el célebre friso con escenas grecorromanas.

El antiguo edificio del circo de Copenhague ocupa un lugar singular en la historia de la arquitectura de los circos estables, aunque hoy no se utilice como circo de manera exclusiva, como es el caso de los circos de Budapest, de Moscú, de París, de Munich, de Riga o de Bucarest, por ejemplo. Su historia está muy ligada al gran periodo del circo ecuestre, una modalidad prestigiosa que comenzó a declinar definitivamente en muchos lugares, en cuanto a los espectáculos exclusivos, a raíz de la Primera Guerra Mundial. En Copenhague, la tradición aún perduró durante unos decenios en gran parte gracias a la calidad de las coreografías y la seducción artística de Paulina Andreu-Schumann.

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