¿Será necesario pedir un carnet de Payaso?

¿Será necesario pedir un carnet de Payaso?
Foto: Jango Edwards

Un meme inunda las redes sociales de los artistas de circo estas últimas semanas: Batman abofetea a Robin que pretende ser profesor de clown después de haber hecho un taller de un mes.

Tal vez sea una imagen imposible de entender para el mero espectador, pero los artistas que se dedican a revivir al payaso en cada función, lo entienden perfectamente. Y es que lejos queda el tiempo en el que ser clown era el oficio más complicado del circo. 

Los payasos clásicos estaban generalmente dotados de grandes capacidades circenses. Eran acróbatas, músicos, malabaristas, equilibristas o conocían trucos de magia. Se diferenciaban por su capacidad cómica, en muchos casos considerada como un talento innato. Muchos números de payaso eran transmitidos de padres a hijos y a nietos, como quien transfiere una herramienta precisa como un reloj suizo.

Hoy en día, mucha gente muestra números de clown creados en un taller de fin de semana, en general provocando el bostezo y el sufrimiento del respetable.

El Clown

El personaje del clown apareció por primera vez en el teatro isabelino en el siglo XVI, siendo mencionado en algunas obras de Shakespeare y Marlowe, pero fue en el circo donde encontró su papel protagonista y se convirtió en el rey, creando sus propios códigos cómicos y estéticos. 

No debería sorprendernos que varios siglos más tarde, en la década de 1960, el clown volviera al teatro de la mano de Jacques Lecoq, Philippe Gaulier, Dimitri, Dario Fo o Slava, entre otros. Sin embargo, las dinámicas teatrales que se han desarrollado en torno al mundo del clown en la actualidad, parecen haber borrado algunas normas no escritas que funcionaban desde hace siglos. 

Para empezar, ahora todo el mundo puede ser clown, no hace falta tener habilidades ni tan siquiera ser gracioso. El clown se presenta en los talleres como un ejercicio de terapia para superar tus propios límites y vergüenzas, y ese proceso está acompañado por juegos que podemos encontrar también en las animaciones de los campamentos de verano. Todo esto en cursos que pueden llegar a tener precios realmente altos.

La esencia artística de grandes clowns que también han dado cursos, como Christine Rossignol, Jango Edwards, Avner, Merche Ochoa, Fanny Giraud, Michel Dallaire o  Carlo Colombaioni, parece diluirse de manera homeopática entre sus alumnos, que rápidamente se convierten a su vez en profesores y proponen sus propios cursos, transmitiendo una versión reducida de lo que los maestros originales les han aportado.

Hemos llegado a una situación en la que es mucho más fácil ganarse la vida dando clases de clown que actuando como clown. 

Payasos vs Clowns

Para poner en evidencia esta situación, Churry Silva de la Compañía Alehop, creó un grupo de Facebook llamado Payasos vs Clowns en el que participan a día de hoy más de 20.000 personas. En este grupo se debate, se critica y se comparten diferentes visiones sobre el payaso. 

Como nos dice el propio Silva: “el grupo comenzó como una broma o una crítica para evidenciar el desmadre de la proliferación de cursos y la moda del clown terapia.

Yo quería hacer un filtro y hacer una crítica para diferenciar a los que de verdad saben y dan cursos, de los que se apuntan a la moda y al negocio. Todo se ha desmadrado: vestuarios, libros, talleres, narices a 40 euros, son modas.

Pero ahora el grupo ha cogido una dirección más didáctica, se publican videos de clásicos, conversaciones entre payasos clásicos y modernos.

En este grupo puedes encontrar fotos, números, debates, broncas y más cosas y a mí todo eso me encanta.

Además, gracias a este grupo he entrado en contacto con gente de todo el mundo y con grandes payasos como Larible, Chacovachi, Marcelo Lujan.”

Unirse al grupo Payas@s VS Clowns

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