Cia Sabanni. El payaso más feliz del mundo

Cia Sabanni. El payaso más feliz del mundo

Jordi Saban, más conocido como Sabanni, es uno de esos payasos que sólo con su imagen ya te fascina. Luego, lo ves actuar y también te arrastra hacia su universo de juegos de magia y chistes.

Los niños conectan con su personaje y él conecta con los niños. Detrás de la máscara negra y blanca se esconde una persona entusiasta que quiere divertir y al mismo tiempo construir un mundo algo mejor.

Este sábado 28 de mayo, la feria del Clown de Vilanova de la Muga (Peralada, Alt Empordà) le reconocerá con el galardón de payaso del año 2022. Sabanni repasa en este artículo sus orígenesy su trayectoria. 

Los inicios. “El mago Esteve Camps vino a actuar a mi escuela, el Gem de Mataró, y me quedé tan flipado que cada día iba a su tienda de Bellas Artes para que me enseñara magia. Luego, empecé a hacerle de ayudante e íbamos a hacer bolos y comuniones. Empezamos a montar espectáculos conjuntos por hoteles, fiestas privadas, alguna fiesta callejera…

A mi padre no le gustaba que yo me dedicara al espectáculo, pero ahora me dice que soy la persona más feliz del mundo. Luego, buscando un personaje de mago, hice algún curso de payaso con Merche Ochoa. Empecé a trabajar con Albert Vinyes. Con ellos hice algunas producciones y también empecé a trabajar con Jango Edwards en el Fórum de las Culturas 2004”.

Circ Cric y Il Circo Italiano. ”Durante 10 años hice todos los papeles, desde la producción en la oficina con Lourdes Carracedo y Montse Trias, hasta de presentador en las escuelas con Claret Papiol y de mozo de pista con Víctor Álvaro. Durante algunos años, estuve haciendo de anfitrión y encargándome del recibimiento en las ferias de espectáclos. Después, cuando se marchó Monti de Circo Italiano hicimos un trío cómico Marco Rossi, Pau Sarraute y yo. 

El maquillaje. “Es de cuando los payasos viajaban en circos que iban en tren y debido al hollín de la máquina de vapor se tapaban la boca y los ojos con las manos. Este tipo de maquillaje de los payasos normalmente va acompañado de harapos, pero decidí darle una vuelta e hice acompañar este maquillaje con un vestuario elegante. Ahora, siempre voy con un traje hecho a medida. Pep Callau siempre me dice que soy un payaso de Armani”.

Una anécdota. “Aventuras con los niños en el escenario me han pasado muchísimas, porque yo les dejo jugar y de su juego yo también me nutro. En Etiopía, durante una de las últimas expediciones que realicé con Payasos sin Fronteras (PSF), un niño me preguntó algo que yo no entendía. Entonces, una persona de la agencia para los refugiados ACNUR me dijo: ‘¡Te está preguntando si eres un ser humano!’ 

Quizás era el primer payaso que veía en su vida, y probablemente el último. Imagínate un tío con peluca, zapatones y la cara pintada bajando de un coche del ACNUR. ¿Es esto un extraterrestre o qué? ¿Mi respuesta a la pregunta de ese niño? Aún no la sé. Los payasos tienen esa áurea de títeres, como si fueran de otra dimensión. La gente dice que somos muy buenos para realizar estas expediciones, pero no; yo me llevo mucho más de lo que aporto”.

Animales. “En Cataluña elaboraron una ley para proteger a los animales cuando no había ningún circo con animales. Legislaron algo que no tenía sentido, pero quedaba bien de cara a la galería. Yo no utilizo ningún animal salvaje y no exploto a nadie. Conmigo actúa un pichón desde hace 17 años. Se llama Jordi y vive en mi casa muy bien cuidado y alimentado. Hasta el momento no he tenido problemas, pero no descarto tenerlos en un futuro”.

Con el dinero que gano me gusta poder comprar tiempo libre para perder el tiempo. Me encanta mirar por la ventana, pensar, divagar…

Valores. “Si un personaje como el mío, que sólo quiere que los niños se lo pasen bien, va introduciendo en los espectáculos valores como la amistad, creo que puede calar más que si te lo dice una figura de autoridad como un maestro o los padres”.

Humor político. “Soy un poco gamberro. Según mi concepción, un payaso no puede ser de derechas y en los espectáculos hago una doble lectura porque, además, yo siempre he defendido que los niños no van solos al teatro. Los adultos también tienen que pasarlo bien”.

Los circuitos. “Tengo muchos compañeros de oficio que deben irse fuera para ganarse la vida, pero yo quiero vivir y trabajar en Cataluña. Una de las cosas que nos ha ayudado mucho en los últimos años es el programa Punt Cat. Lo defiendo a muerte porque además no es una ayuda a las compañías, sino a los pequeños ayuntamientos para que puedan llevar a cabo espectáculos de calidad.

En los últimos años, además, la Associació de Professionals de Teatre per a Tots els Públics (TTP) ha trabajado mucho para dignificar el sector y reivindicar que no hay espectadores del futuro si no trabajamos con los pequeños espectadores del presente”.

Actuaciones. “Cada año hago entre 40 y 50. Yo tampoco querría trabajar todos los días, porque sé que somos muchos. Cuando veo a gente que hace muchos bolos al año no siento envidia. Sé que hay mucho trabajo y que detrás de cada bolo debes levantar muchos teléfonos y enviar muchos correos. 

Con el dinero que gano me gusta poder comprar tiempo libre para perder el tiempo. Me encanta perder el tiempo, mirar por la ventana, pensar, divagar… Yo creo que si tuviera tres bolos al día quizás no me gustaría tanto mi trabajo”.

El futuro. “Me encanta lo que hago y el público para el que trabajo, pero sí me gustaría compartir el escenario con más payasos. En los momentos en los que vivimos, cuadrar agendas es muy complicado. La gente no tiene dedicación exclusiva para una compañía, sino que para ganarse la vida debe trabajar en más de una. 

Tenemos un proyecto desde hace mucho tiempo con Pau Sarraute, para crear un espectáculo juntos. Y eso es lo que quisiera, poder trabajar con gente que quiero, que le gusta hacer lo que hacemos, que son felices haciendo este trabajo. También me gustaría hacer expediciones con Payasos sin Fronteras”.

Nuevos payasos. “Está claro que hay nuevas generaciones, lo que ocurre es que las generaciones pasadas todavía están activas, y que sigan así muchos años, ¿eh? Son los referentes. Hay relieve, pero el mercado está como está y es una carrera de fondo, cuesta mucho y no puedes dejar de remar. 

Tenemos una buena generación de payasos y payasas; lo que ocurre es que esto no es un trabajo para hacernos ricos, es un trabajo para ser feliz”.

IDEAS · CIRCOTECA

Descubre más en

Zirkólika

La cultura circense para los zirkólikos culturales.
Las artes circenses en su máxima expresión: impreso y online, para leer, ver, escuchar, experimentar y comprar.
^