Circusland: el sueño hecho realidad

Circusland: el sueño hecho realidad

Circusland abrió puertas en Besalú (Garrotxa, Girona) el pasado 18 de diciembre, el mismo día que, como recordó Genís Matabosch, impulsor de un proyecto que ha perseguido contra viento y marea durante 23 años, coincidió con el 99º aniversario del nacimiento del payaso ruso, Nikulin.

Una pequeña localidad para un gran museo. Con el subtítulo de Palau Internacional del Circo, se trata del museo más grande de Europa dedicado al circo, el primero de carácter profesional, que cuenta con un total de 537 objetos expuestos y seleccionados de entre los 60.000 que se calcula que dispone la Circus Arts Foundation. Han sido treinta años comprando para acabar atesorando una gran colección para la conservación, el estudio y la exhibición de un extraordinario patrimonio circense que seguro hace las delicias de todos los aficionados y curiosos del circo.

Hay carteles, trajes, esculturas y muchos objetos de grandes artistas que han dado tardes de gloria al espectáculo más grande de el mundo. En la primera planta, al entrar encontramos la colección de filatelia más grande del mundo, con más de mil sellos de 120 países. Al salir, una tienda llena de libros, juegos y material especializado en circo. La joya de la colección es la maqueta del circo Gleich, que ocupa una superficie de varios pisos: 50 metros cuadrados. Se trata de una reproducción en miniatura de este circo que existió a principios del siglo XX y que viajó por todo en Europa, incluida la ciudad de Barcelona, donde hizo parada durante la exposición universal de 1929. La maqueta es la reproducción del mundo de un circo en miniatura y ya se había expuesto anteriormente con gran aceptación durante el Festival Internacional del circo Elefante de Oro.

En la maqueta, muy espectacular, están representados el mismo número de animales que había en el circo o también los mismos miembros que formaban las dos orquestas. Ahora, se podrá ver de forma permanente en Circusland. Para Genís Matabosch, lo más preciado de la maqueta no es ver la generalidad sino acercarse para a ver los detalles como las máquinas de calefacción, la cantina de artistas, la caravana-escuela, la taquilla, la oficina abierta con el escritorio, el papel de carta impreso o las cuadras con más de 200 caballos”. Se trata de una pieza única de gran rigor histórico.

La primera fase ha costado 1,7 millones de euros y se ha financiado con ayuda de la Generalitat de Catalunya y la Diputació de Girona

El fundador de Circusland, Genís Matabosch, ha detallado que el objetivo del nuevo equipamiento es “dignificar al circo”. La primera fase del proyecto ha supuesto una inversión de 1,7 millones de euros. El museo recoge todas las disciplinas artísticas que se pueden ver en un circo, incluida la de adiestramiento de animales, muy perseguida actualmente. Se trata de un equipamiento de 1.500 metros cuadrados, repartidos en tres plantas, que formaba parte del antiguo edificio de Cal Coro, de estilo racionalista y construido en 1945 como casa solariega del monasterio benedictino, pero que también fue una antigua fábrica textil. Todo el material procede del fondo de la Circus Arts Foundation, que es la organizadora del Gran Circo de Navidad de Girona y del Festival Internacional del Circo.

Entrada del Palacio Internacional Circusland, en la
plaza del Prat de Sant Pere de Besalú. Foto: Manel Sala ‘Ulls’.

Matabosch ha asegurado que la apertura del museo es “un sueño hecho realidad”, ya que llevaban “más de 20 años” intentando abrir un equipamiento cultural vinculado al circo. De hecho, lo probaron en Figueres y también en Girona. Finalmente, ha terminado ubicando dentro del antiguo monasterio de San Pere de Besalú. Circusland comienza su recorrido explicando los orígenes del circo, que nació como un espectáculo con caballos y poco a poco fue incorporando otras disciplinas. A partir de aquí, el visitante puede seguir las diferentes disciplinas que se incluyen en el circo, como acróbatas, payasos o funámbulos. En el apartado de los cómicos, también hay un espacio dedicado a los payasos de carablanca, que tenían un estatus de más elegancia que los payasos de nariz roja y por eso llevaban vestidos de alta costura Vicaire, algunos de los cuales están expuestos en un lugar muy destacado del museo. 

Genís Matabosch ha detallado que confeccionar uno de los vestidos con lentejuelas característico de estos humoristas comportaba “unas 400 horas de trabajo” y que son vestidos únicos que actualmente no se podrían confeccionar. Matabosch siente una especial devoción por estos vestidos únicos. Hace años creó el Vicaire más pequeño del mundo para estudiar el complejo proceso de fabricación en su totalidad y que le da al payaso carablanca la distinción que necesita.

El museo incluye el traje original de Norman Barret, el famoso presentador de circo que a sus 85 años continúa presentando el espectáculo de Circo Zippo’s. También se pueden ver los zapatos y el vestido original de uno de los artistas circenses más legendarios del Estado, Pepe Tonetti; la figura que sirvió como modelo para la escultura de Charlie Rivel en Montjuïc y unas de las últimas obras en forma de elefante de Rolf Knie, el exdomador de animales que, hoy en día, es un pintor y escultor muy cotizado.

Hay muchas otras reliquias. Por ejemplo, el sombrero del primer acróbata protagonista de un espectáculo del Cirque du Soleil en Europa, en el año 1992. Uno de los lujosos vestidos de Gia Erazde, la trinca de Martinez Brothers —llegó pocos días antes de la apertura— y el vestido y el trapecio original de un mito: Pinito del Oro. También incluye la reproducción  gigantesca del decorado del Circo Ecuestre para a niños de la fábrica Baluzié, que nos permite ver las herramientas que usa el payaso para hacer reír. Por un lado, el payaso adiestrador, los hermanos Anatoli y Vladimir Durov que en el siglo XIX actuaron Barcelona y que hoy tienen el teatro de los animales en el centro de Moscú. 

Un total de 537 objetos forman parte de la exposición permanente

También encontramos el saxo de los payasos, Rudi-Llata, y dos carteles de los hermanos Pinder y Pajares, donde se ve la gran importancia de la música en el mundo de los payasos. Entre los tesoros también encontramos una vitrina dedicada Jean Baptiste Oriol (dedicada con vajillas completas) y un abanico único donde se reproducen los equilibrios sobre botellas y sillas y caballo de Oriol. No falta Jerome Medrano de Madrid, que compró el Circo Fernando para convertirlo en el Circo Medrano de Montmarte, en París; un busto de Ramper o figuras de Nikulin o Chocolat, estrella del Nouveau Cirque de Josep Ollé , el mismo empresario que concibió el Moulin Rouge. También incluye tratados sobre la acrobacia de finales de siglo XIX y principios del XX. Y entre planta y planta, si bajamos unas escaleras exteriores, disfrutaremos de la preciosa vista de la huerta de la abadía, el puente y todo el municipio de Besalú.

Primera fase del proyecto

El museo, que a causa de la pandemia ha tenido que retrasar su apertura, inicialmente prevista para la primavera de 2020, abrió a medio gas y, como el resto de Cataluña, con confinamiento municipal o comarcal. Desde su apertura lo han visitado unas 5.000 personas. La intención es que este espacio sea sólo la primera fase de un proyecto muy ambicioso que incluye también exposiciones temporales, celebración de talleres y una carpa para la exhibición. 

Sombrero y vestido original
de Pepe Tonetti. Al lado, la figura de Charlie Rivel que inspiró
el monumento de Montjuïc (Barcelona). Foto: Manel Sala ‘Ulls’.

La apertura de Circusland representa la primera fase de un proyecto que quiere “dignificar el circo”, tal como se ha hecho con otras corrientes culturales como la danza o la lírica. Según Matabosch, todavía hay “muchos estereotipos” sobre las artes circenses. En este sentido, el impulsor del museo recordó que mucha gente ve el circo como “un espectáculo sólo para niños”, a pesar de que se trata de una disciplina cultural más. La reforma del edificio ha costado 1,7 millones de euros, pero el objetivo es seguir creciendo. Matabosch ya ha avanzado que trabajarán para “tener más espacio para las exposiciones temporales”. Según el impulsor del museo, la idea es que los que investigan a partir de los archivos de la Circus Arts Foundation puedan mostrar al público los resultados de sus investigaciones con exposiciones temporales. “Queremos poner el foco en temas concretos”, adelantó Matabosch.

Al acto de apertura oficial de Circusland asistieron el delegado del Gobierno en Girona, Pere Vila; el presidente de la Diputación de Girona, Miquel Noguer, y la alcaldesa de Girona, Marta Madrenas, además de representantes del Ayuntamiento de Besalú. Tanto Pere Vila como Miquel Noguer coincidieron en afirmar que es “un gozo” abrir Circusland “en tiempos de pandemia”. Además, los representantes de la Diputación de Girona y de la Generalitat han avanzado que quieren seguir colaborando con el proyecto. De momento, la Diputación de Girona se comprometió a abonar 500.000 euros entre el 2020 y el 2021 y la Generalitat 750.000 divididos en cuatro años.

(Artículo publicado en el número 67 de la revista de circo Zirkòlika. Puedes suscribirte a la revista aquí). 

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