Jorge Albuerne y José Luis Redondo son dos artistas de circo que, después de varios proyectos por separado, se han unido con una propuesta circense-teatral con el humor como eje principal.  Su original y atrevida propuesta, llena de detalles interesantes pero aún faltada de ritmo y pulimientos, se estrenó ayer en el Antic Teatre (Barcelona), un perfecto espacio que se llenó para ver las andanzas de estos dos artistas que intentan hacerse un hueco en este difícil y disperso mundo del circo-teatral de sala, una especie de sub sub categoría faltada de circuito que de vez en cuando aparece en la cartelera. El espectáculo se volverá a presentar los días 17 y 24 de noviembre a las 21.00 horas.

Ye Orbayu es el título del espectáculo, y significa en asturiano Es una lluvia fina. La creación, precisamente, es una lluvia constante, según resalta el programa. Durante 50 minutos se presentan entradas cómicas y técnicas circenses (mástil chino, equilibrios y payasos) que se van sucediendo en una atmosfera muy especial, sin una sola palabra. El espectáculo empieza con una simple mesa y los dos artistas tapados con carátulas de discos de vinil para imitar al compositor Dvořák y a la cupletista Conchita Piquer. Aquí empezaron las primeras sonrisas de la noche, que llegaron al zénit cuando sonó el himno de Asturias y un cuplé que hablaba de caballos y torrentes. 

Por lo visto ayer, los dos artistas parecen entenderse a la perfección, por lo que el espectáculo seguro que consigue crecer. El montaje es como un batiburrillo,  y recuerda desde la estética de la compañía Los Santos (equilibrios con botellas) hasta los payasos de pista (entrada de las palomitas).

Destacaría del espectáculo la imaginación con la que los dos artistas utilizan los elementos de un vestuario austero e íntimo y también el contraste de los dos artistas, con un Jorge Albuerne de aspecto fuerte, musculoso y adusto –podría ser el carablanca– y un José Luis Redondo con un físico tirando a enclenque y con un personaje más bien retraído.

No es un espectáculo de circo ni mucho menos de payasos, aunque algo de eso hay. Se trata, eso sí, de una nueva propuesta artística que presentan dos buenos profesionales del circo más alternativo y contemporáneo.