Igual que los turrones, el Circo Raluy ha vuelto a casa por navidad instalándose en el Moll de la fusta en Barcelona. Un retorno en forma de homenaje al Circo Olimpia, pequeña exposición de fotos incluida, un coliseo estable situado en la calle de Sant Pau, que entre 1924 y 1947 ofreció al público barcelonés la posibilidad de ver grandes artistas de la pista, entre ellos Luis Raluy Iglesias que se presentaba como “Capitán Raluy, el proyectil humano”.

Presentado como viene siendo habitual por Carles Raluy, en la nueva producción hemos podido disfrutar de los alambristas colombianos Douglas Gerling; el Dúo Penkov y sus ejercicios de acrobacia sobre tapiz o saltos a la báscula, dependiendo de la función. Los malabares con mazas de Jean Cristophe y William. Las hermanas Luisa y Kerry Raluy nos deleitan con su conocido número de bolas ascendentes; la joven y simpática Niedziela ha añadido novedades a sus ejercicios de monociclos, adornándolo con un gran corazón luminoso y una nueva coreografía. En estos días Niedziela presentará su trabajo en el tercer festival de circo ciudad de Valencia en la carpa del Gran Circo Mundial.

En la cúpula se presenta Rosa Raluy con las cuerdas aéreas; y el original número de bicicleta que ofrece el brasileño Fabricio dentro de una estructura hecha de listones de madera a modo de improvisado velódromo suspendido en lo alto del circo.

Por la pista del antiguo Circo Olimpia desfilaron los grandes grupos de payasos del momento: Antonet y Beby, Hermanos Moreno, Rudi Llata, Hermanos Díaz, Pompoff y Theddy… quizás por eso en el presente programa hay gran dosis de humor. Joan Montanyés “Monti” vuelve a la pista del Raluy manteniendo viva la figura del payaso tradicional de circo con sus apariciones musicales, globo y guantes silbato, y con una entrada de payasos clásica: Los Globos. Sandro Roque nos regala varias “reprise” : la pelota imaginaria, los malabares a ritmo de rock and roll, el número con la bailarina Cat y la entrada de la “orquesta” que en estos últimos años ha popularizado David Larible. No podía faltar el entrañable Lluiset, Luís Raluy, con su demostración de hombre forzudo. Un número especialmente montado para la ocasión bajo el nombre de Los Dalton, ofrecido por varios miembros de la compañía, recrea una persecución cómica acrobática de policías y ladrones sobre plinton.

En definitiva un espectáculo ameno y con el sello característico e inconfundible de la familia Raluy, un circo que ha sabido hacerse con un público fiel que año tras año acude a la cita navideña.

Como detalle me gustaría señalar que en el circo Olimpia se presentaban números de animales como los elefantes de Mr Rossi, los caballos y paquidermos del circo Knie o los leones de Mr Rosard. No hace falta decir que por motivos ya de sobras conocidos esta parte no pudo ser homenajeada.