El nuevo espectáculo ¡Disparate!', de la Cacophonic Pictures Orkestar, se presenta mañana jueves y hasta el domingo 17 de mayo en el Circo Price de Madrid y tiene previstas también actuaciones en el TAC de Valladolid después de su reciente paso por la feria Trapezi de Reus. Esta es la crítica del espectáculo publicada en el número 44 de la revista Zirkólika después de la presentación de la compañía en el teatro Mercat de les Flors de Barcelona el pasado 21 de marzo de 2015.

Uno de los trucos más utilizados en los números de circo convencional es, curiosamente, fallarlo. Se falla expresamente un salto, una acrobacia o un equilibrio arriesgado; el público siente frustración ante el intento torpe del artista y compasión por su cara de pena –y a veces de dolor–,y tras unos instantes de confusión –"¿se habrá hecho daño?"–, arranca a aplaudir para animarle. Entonces el artista decide volver a intentarlo, se prepara, lo prueba y… ¡SÍ!, esta vez le sale bien. Gran satisfacción y gran aplauso.

A los artistas de ¡Disparate!, el espectáculo que presentó Cacophonic Pictures Orkestar en el Mercat de les Flors de Barcelona a finales de marzo, todos los trucos les salen mal. Seis artistas/músicos hacen música desafinada que no acaba de tener ningún sentido, las piezas musicales se cortan a la mitad, el ejercicio de cuerda vertical que hace una artista está lleno de enredos, de caídas y de nudos que se hace ella misma con la cuerda, los tubos musicales que tocan se desmontan, los zapatos de tacón que lleva una equilibrista no la aguantan y los tobillos se le tuercen de mala manera, los artistas caen y tropiezan, se rompen sus instrumentos y aparatos… Nada funciona. Nunca. Y este error continuo en la ejecución, esta mezcla caótica y torpe, es, precisamente, la gracia del espectáculo. Una gracia que los espectadores no pillamos, quizá, hasta al cabo de un rato, cuando entendemos que justamente lo que tratan de hacer los artistas de ¡Disparate! es maltratar su arte tanto como pueden buscando algo, una emoción, un aliento poético, una cosa… que no sé si siempre encuentran.

La apuesta de Cacophonic Pictures Orkestar es arriesgada porque, como muy bien dice Jordi Ribot Thunissen en el programa de mano, el circo juega, como la mayor parte de la danza, con la fascinación por lo que el público no sabe hacer. Pero no -y esto lo digo yo- con lo que los artistas no saben hacer. Y si queremos que el error nos cautive, los errores, las imprecisiones, los disparates deberían convertirse, por elevación, por sublimación, en una maravilla, en una proeza, en una virguería. O en una emoción poética. Que a veces en ¡Disparate! consiguen, como cuando, por ejemplo, el teclado sale disparado del piano y se convierte en una especie de serpiente que ahoga a un artista. O cuando un número inverosímil de una artista funambulista sobre un tubo a cero centímetros del suelo se convierte en un no sé qué que te captiva por mucho que el artista esté al mismo nivel. O cuando, al final del espectáculo, una música trastocada te hace morir de risa. Y justo, en ese momento, se van.

Ficha artística

Concepción, dirección y dramaturgia: Karl Stets / Cacophonic Pictures Orkestar

Intérpretes: Sasha Agranov, Xabi Eliçagaray, Jade Morin, José Luis Redondo, Ruth Steinthal y Karl Stets.

Composición musical: Cacophonic Pictures Orkestar

Mirada externa: Jordi Aspa

Escenografía: Cacophonic Pictures Orkestar.

Coproducción: Grec 2014 Festival de Barcelona, ​​La Central del Circ, La Cascade (pôle national des arts du cirque) y La Loggia

Próximas actuaciones previstas: Festival TAC de Valladolid

Puedes suscribirte a la revista aquí.