Marcel Barrera (Crónica) / Reus. Se llama David Dimitri y es de Suiza. La feria de circo Trapezi lo quería traer desde hacía años, aunque por varios motivos no ha sido posible hasta ahora. Al final, en su 22 edición, en este año con aires de nueva etapa, ha venido finalmente a actuar para presentar L’Homme Cirque, un espectáculo lleno de sensibilidad, cargado de tradición y de relación franca entre el artista y el público. Una joya.

En el circo todo es más difícil. Dimitri nos va enseñando, con un alarde de simpatía, cómo se prepara para hacer los grandes números del circo clásico. Y nos recuerda lo que muchos saben pero que está bien explicarlo: En el circo todos hacen de todo. Y en el caso de Dimitri no hay todos. Él se lo monta todo. Bueno no, solo le falta poner una puesto de palomitas. Pero el resto lo hace con sus dos manos: las luces, el sonido, disparar el cañón… Y si yo les digo que hace un número de báscula sin nadie más, me dirán que estoy loco; me dirán que se necesitan dos personas, una a cada lado de la báscula. Pues yo les digo que vayan a verlo y podrán comprobar como hace el único número de báscula en solitario del mundo.

L’Homme Cirque es un espectáculo íntimo donde descubrimos un personaje que nos gustaría invitar a cenar; ya que él nos invita a ver miles de cosas bonitas y divertidas; y a interpretar el mundo de una manera amable.

El espectáculo se hace en el parque de Sant Jordi y en una carpa, un formato que hacía años que no se podía ver en Reus. Y montar la carpa ha tenido su historia, explicó ayer el director de la feria, Leandro Mendoza. Dimitri vino primero con un gran camión desde París, aparcó en Reus y se fue a Suiza. Después volvió a Reus y, durante tres días, montó la carpa con la ayuda de ocho operarios facilitados por el Ayuntamiento de Reus.

Al final del espectáculo, el artista sale de la carpa por la cúpula y empieza a caminar por un cable inclinado hasta 18 metros de altura. Incluso desde las alturas este hombre nos hace reír. Primero nos saluda, luego nos hace una foto y para acabar se hace un selfie con todos nosotros abajo. Nos sorprende hasta en el último detalle. Y ayer, lloviendo como estaba lloviendo; como si fuera un dia normal, salió para hacer este trayecto mágico. Y si me permite, yo le voy a sorprender ahora. Soy de los pocos que lo he visto desayunar en el hotel Reus Park. Evidentemente, Dimitri también desayunaba solo. Pero aunque todo lo haga solo, siempre está muy acompañado. Siempre.