Marcel Barrera (Girona) – Vuelven las exclamaciones de admiración por acrobacias indomables y los aplausos por proezas de artistas de lejanos países, como Mongolia, Japón o Taykistán. Girona volvió a vibrar ayer con el estreno del festival internacional Elefant d’Or, que este año reúne a 78 artistas y crece con la celebración de un día más de festival, hasta llegar a las 16 funciones. Hubo llenazo en el parque Camp de Mart de La Devesa. Allí se reunieron más de 2.000 personas, entre las cuales Marta Madrenas, alcaldesa de Girona, para asistir a la función azul y ver los primeros 12 números. Se vieron varias novedades. En primer lugar la carpa azul, que sustituye la blanca que se instaló los últimos años. En segundo lugar el acceso. Se ha suprimido la entrada por el parque y este año se accede a través de la feria de Girona, donde se ha colocado por primera vez el Circus World Market, una feria de circo de empresas de todo el mundo que cuenta con la presencia de ZIRKÓLIKA y permite al festival crecer en extensión. En medio de esta feria se encuentra la maqueta el Circo Gleich, una impresionante instalación de 50 metros cuadrados.

Arranca el espectáculo y siguen las novedades. Las luces se concentran alrededor de la entrada de artistas. Empieza a tocar una nueva orquesta que sustituye la banda del que fuera director desde la primera edición, el francés Carmino d’Angelo. La parada de artistas ofrece un mosaico espectacular de sonido, luces y colores. Los luminosos trajes se mezclan con las banderas de los 12 países representados. Sin tiempo para digerir esta fantasía, empieza el espectáculo. El Circo Nacional de Pyongyang, de Corea del Norte, nos ofrece un curioso número de cintas que voltean por el movimiento de las cabezas. Es el turno de un versallesco artista de nombre Denis Degtyarev, que hace preciosas figuras en el mástil aéreo, una disciplina muy de moda que por primera vez se presenta en el festival. Después, el cómico brasileño Pepe Jardim abre una caja y sale imaginariamente una mosca. El zumbido queda interrumpido cuando los espectadores, seleccionados al azar, hacen una palmada. La función sigue a buen ritmo, con el público con muchas ganas de aplaudir. Hasta seis veces el público arranca en aplausos con las acrobacias en bicicletas BMX Bro, procedente de Rusia.

El equilibrista de Taykistán Mukhamadi Sharifzoda presenta un número de equilibrios muy elegante y técnicamente impecable. Sigue la función con otra entrada de Pepe Jardim, quien presenta unos malabares muy reforzados por la potencia de la orquesta. Se acerca el final de la primera parte y nos esperan dos bombazos más. El penúltimo plato acaba con una apoteosis colectiva. Los hermanos Martínez Bros encadenan mortales y dobles mortales en un número de icarios de gran estruendo y adrenalínico que termina con una gran serie de mortales sobre un brazo mecánico a seis metros de altura. No hay  pausas para estos dos muy jóvenes artistas, Arashi y Alan, de Japón y Colombia. Termina la primera parte la compañía de Mongolia Mystery of Gentlemen, una elegante y muy complicada atracción de equilibrios y banquina sobre bolas. La segunda parte siguió con el mismo ímpetu, muy buenas actuaciones a nivel estético y técnico, y espectaculares números de compañías. Genís Matabosch y su Circus Arts Foundation volvió a presentar un programa de mucha calidad, novedoso y esta vez con disciplinas de circo muy raras de ver, como el trapecio con escaleras de Virtuoso Fem, de Rusia. El arranque del 8° festival fue estupendo y se volvió a vivir en Girona otra buena noche de circo. Pero ojo, que el circo no vuelve a Girona. Los últimos meses se han visto el Circ de Nadal, el Circ Charlie Rivel y otras propuestas. El circo no vuelve, el circo sigue.