El grupo El Circópodo salta a las pistas con su primer espectáculo. Que las artes escénicas no pasan por su mejor momento es algo evidente en el actual contexto económico. Dentro de éstas, plantear la creación de una compañía independiente es un reto importante, pero si además, la disciplina que se pretende abordar es el circo, el reto supone todavía mayor dificultad.

Pese a esta adversidad, Alicante vio nacer hace poco más de un año la compañía El Circópodo, compuesta principalmente por artistas alicantinos, aunque tres de sus nueve componentes hayan nacido en Pamplona, Ibiza y Argentina. Mañana estrenarán su primer espectáculo, titulado 'Con pies de circo', tendrá lugar en el Paraninfo de la Universidad de Alicante a las 20 horas y las entradas costarán seis euros.

Se trata de una obra que aúna varias disciplinas circenses y se ofrece bajo un hilo teatral, basado principalmente en la escenografía y el juego de luces y sombras. En este sentido, Jon Sádaba, uno de los malabaristas de la compañía, expresa que «hemos conseguido un espectáculo que divierte, que es el fin último para lo que lo creamos», a lo que añade que «es diferente, también, porque empleamos las sombras para utilizar manipuladores. Mientras unos realizamos el número, otros se visten de negro y, si luz en el escenario, aportan la escena, movible pero sin que se aprecie para el espectador».

Junto a Sádaba trabajan en la compañía creada otros siete artistas y un técnico de luz y sonido, que viaja permanentemente con la compañía dada su importancia para la obra. En concreto, El Circópodo se compone por Cristina López, Andrea Pérez, Pablo Medina, Guillem Fluixà, Federico Menini, Daniel Navarro y Juan Carlos Abad, además del acróbata pamplonés.

El juego de luces y sombras que emplea la función 'Con pies de circo' nace del concepto de cambiar la realidad, el punto de vista de las cosas, una de las intenciones que pretende la compañía con esta obra. Uno de los números que mejor plasma este hecho es el que realiza el clown Juan Carlos Abad. Formado en la escuela de María del Mar Navarro, su número es uno de los más llamativos de la función, en el que combina la sorpresa con la comedia y realiza un impactante juego de manipulación.

La rueda alemana

Otros números destacados de la compañía son los de Andrea Pérez y Daniel Navarro, con sendas disciplinas poco habituales entre los clásicos circenses. La alicantina se introduce en la rueda alemana, una herramienta de gran tamaño y, consecuentemente, «importante riesgo, ya que la persona mueve la gran rueda de metal desde su interior, con la fuerza de su cuerpo», detalla Sádaba.

La parte de Navarro son los diábolos. Pese a ser un instrumento más conocido, incluso de manejo en las calles entre niños y jóvenes, llevado a un manejo extremo supone «un espectacular número malabar», concreta el artista pamplonés afincado en Alicante.

Además de estos números llamativos, el espectáculo 'Con pies de circo' se completa con otros clásicos como los malabares con aros y con bolas, los equilibrios y las acrobacias sobre suelo, para los que los artistas han trabajado durante más de un año hasta culminar esta función de creación propia, que se estrenará mañana en el Paraninfo.

Artículo publicado en la edición de Alicante del periodico La Verdad.

Autor: Eneas G. Ferri