El pasado fin de semana el actor, director y showman Guillem Albà, junto con la pianista y compositora Clara Peya, estrenaron su nuevo espectáculo Pluja (lluvia en castellano) en Barcelona. El estreno fue en L’Auditori y formó parte del nuevo ciclo Escenas, un exitoso proyecto que mezcla música y artes escénicas, y por tercer año sorprende y emociona a los amantes de la música y las artes visuales.

Pluja es un espectáculo grande en formato pequeño. En la sala encontramos una grada de tres filas cerca de la escena. Dos artistas muy jóvenes, pero muy consolidados y avanzados en sus profesiones, reflexionando sobre la grandeza del mundo y la importancia de saber sentirse pequeño. Pluja nace de la amistad que une a Clara Peya y Guillem Albà. Esto hace el espectáculo íntimo, especial, tierno y sincero, sin posibilidad de engañar o ser falso.

Guillem Albà se presenta frente al público en un nuevo papel. Es un poco Hamlet, no solo porque declama una cita metafórica de la fabulosa tragedia de Shakespeare. También presenta entradas con títeres, una pantomima (muy divertida y muy bien hecha) y al final, balanceando entre los mundos imaginarios de la realidad y el surrealismo, se encuentra cara a cara no solo con el público, sino consigo mismo. Gracias a este encuentro podemos disfrutar de un espectáculo honesto, lleno de poesía y humor que nos ofrecen ambos artistas.

No hay que intentar definir el género de este espectáculo. No le falta a Pluja ni el triple toe loop ni el salto mortale. Solo tiene sentido que durante el espectáculo, dos jóvenes artistas se van encontrando cara a cara y recordándose el uno al otro y a nosotros mismos, que lo que más importa es cerrar los ojos, dejar que caiga una gota en el rostro… y que toque la pianista Clara Peya para dar la bienvenida a la lluvia.