Feria de La Bisbal 2020: El año de nuestra vida que nunca olvidaremos

Feria de La Bisbal 2020: El año de nuestra vida que nunca olvidaremos
 
Es probable, y esperamos que así sea, que en un futuro cuando alguien recupere este artículo le pueda parecer curioso como en el 2020 se tuvieron que adaptar la mayoría de las actividades sociales y profesionales a nivel mundial, y la cultura especialmente, para poder salir adelante con los proyectos de los diferentes sectores de una sociedad avanzada. Ahora, en plena época de convivencia con la pandemia, el resumen de cómo se ha tenido que adaptar un festival no sorprende, pero definitivamente no ha sido una gestión fácil. Aunque, probablemente, este artículo pueda ser el reflejo de la situación vivida por muchos festivales, que en este 2020 han trabajado y luchado para salir adelante con su propuesta cultural, el objetivo de este artículo es servir de breve crónica de lo que vivido desde dentro la Fira del Circ en la Calle de La Bisbal.
 
A principios del 2020, todo el equipo de Fira del Circ ya llevaba unas semanas trabajando en el esquema de programación de lo que sería la edición número 25 del festival (primera edición 1996) y esta efeméride hacía que, aparte de la estructura habitual de la Fira del Circ, también se estuvieran preparando una serie de actividades paralelas para celebrar estos primeros 25 años de festival. Nos encontramos a principios de marzo y ya se había contactado con más del 60% de las compañías que se esperaba formarían parte de la programación 2020.
 
Llegada covid19. Incertidumbre
 
A mediados de marzo es cuando todo cambia, primero el confinamiento y a partir de abril todas las previsiones de recuperar un actividad mínimamente normal quedan totalmente en el aire y ante la imposibilidad de poder predecir una viabilidad del festival, no quedaba otra opción que continuar trabajando, estableciendo diferentes escenarios como posibles horizontes, desde el más optimista hasta el más pesimista y otras variantes entre ambos extremos. En cualquier caso, fue decisión de la organización trabajar hasta la última opción de posibilidad para no dejar la edición en blanco. 
 
Adaptación y condicionantes
 
Después de las numerosas reuniones telemáticas de abril y mayo, la postura del festival fue clara: seguir trabajando en los diferentes escenarios posibles, asumiendo los mínimos riesgos posibles que pudieran poner en dificultades el festival de cara al futuro. Esta decisión firme se basaba en tres ámbitos que fueron clave para mantener como objetivo final el poder hacer el festival a toda costa: 1/Compromiso con las compañías, 2/Acto de resistencia cultural, 3/Compromiso con el municipio.
El compromiso con las compañías  siempre estuvo como referencia para avanzar con el festival. Se sienten muy de cerca las evoluciones de diferentes eventos culturales y las cancelaciones superaban en diferencia las propuestas de continuidad. La dificultad para poder ejercer su trabajo como desearía cualquier persona cuyo oficio es su vocación, se da cuenta de que en la escala de las prioridades de buena parte de las administraciones tienen un papel secundario cuando la cultura es el eje vertebrador de una sociedad. Esta situación aún hizo más fuerte el compromiso de la organización en su objetivo de hacer la 25 Fira del Circ. 
 
Otra situación vinculada a la primera es que desde el festival se quería demostrar, como ya habían hecho otros festivales, que la cultura es un espacio seguro si se siguen los protocolos sanitarios y que se pueden sacar adelante buena parte de las propuestas culturales previstas. Si el festival podía servir de referencia, especialmente de municipios de la provincia, ya era otro motivo por el que habría valido la pena el trabajo, el esfuerzo y la ilusión de avanzar en el festival.  
Finalmente, y esta es una razón no menos importante pero sí de carácter más local, es el hecho del compromiso mutuo del festival con el municipio y de este con el festival. Este fue uno de los empujones definitivos cuando desde el consistorio, junto con las entidades y las personas a título individual ofrecieron su granito de arena para ayudar a que el festival fuera una realidad.
 
El festival. Valoración
 
Finalmente la 25ª  edición de la Fira del Circ se pudo realizar, aunque con un cambio de fechas estratégico, del 4 al 6 de septiembre. A pesar de estar muy lejos del festival previsto, se pudo mantener parte de la esencia de la Fira, programando 21 compañías y 26 espectáculos. El grueso de las compañías eran de ámbito nacional todo y que se pudo mantener una presencia internacional mínima a pesar de las dificultades en los desplazamientos.
 
Los aforos medios fueron de 150 personas en 7 escenarios y de las casi 4 000 entradas pregrabadas disponibles se reservaron el 100%, aunque la ocupación media final fue del 87 % debido a las cancelaciones de público de última hora, que hacía imposible gestionar el cambio de entrada. Las entradas se gestionaron siguiendo el modelo de taquilla inversa y los fondos aportados fueron íntegramente a la caja de solidaridad creada por la APCC (Associació de Professionals del Circ de Catalunya).
 
Una de las novedades que se incorporaron a esta versión atípica de la Fira del Circ fue que la mayoría de espectáculos se podían seguir en streaming por la red de canales locales y a través de la web del festival. El dato sorprendente fue el alto número de conexiones, que en algún momento del sábado superó las 10000 personas, lo que superó cualquier previsión optimista desde la organización.
 
Pasado ya un tiempo desde la finalización del festival y con la perspectiva del tiempo, cuando pensamos en la edición de la Fira se mezcla una sensación de satisfacción del trabajo hecho con unos objetivos completos pero con la tristeza de un festival atípico y no esperado, pero del que nos quedarán unos cuantos muy buenos recuerdos en la memoria de todos los que hemos formado parte. La cultura no se puede parar, el circo es movimiento, un movimiento que se adapta, porque no se puede detener.
 
Foto apertura: De izquierda a derecha, Carles Puig (regidor de Cultura), Eva Gasull (portavoz de la feria), Crisitina Juanola
(Cáritas) y Enric Marquès (alcalde de La Bisbal). Foto: Fira del Circ al Carrer de La Bisbal.
 

(Artículo publicado en el número 66 de la revista Zirkólika)

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