El director del Teatro Circo Price, Pere Pinyol, explicó ayer que en materia de programación artística los espacios privados y los públicos "se están pisando", porque los márgenes entre un ámbito y otro se han diluido y existe una "confusión terrible".

Pinyol reflexionó de esta forma durante el acto de inauguración del 14 Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle (TAC) de Valladolid, donde recogió el premio-homenaje del certamen al Circo Price, radicado en Madrid, con más de 140 años de historia y único con sede y programación estables en España.

"Hasta ahora teníamos claro qué era una programación de teatro privada y qué era una programación de teatro público, y, sin embargo, hoy existe una confusión terrible porque los márgenes se han diluido", ha manifestado.

El director del Circo Price de Madrid, Pere Pinyol, advirtió de que el futuro de las artes escénicas no es fácil y la competencia entre lo público y lo privado va a suponer la eliminación del concepto cultura por el de entretenimiento "como género".

La empresa privada, añadió, "exige terreno a los espacios públicos, mientras éstos reclaman programaciones más cercanas a lo privado para compensar los ajustes económicos que ha habido" en los presupuestos institucionales, ha precisado.

En ese sentido, manifestó que "se está creando un desequilibrio" y aseguró que "en este momento privado y público se están pisando".

Ante la dificultad de "consenso" entre un ámbito y otro, Pinyol dijo que el futuro que está por venir "no es fácil" y que el momento es "muy complicado".

Presupuesto: un 90% menos

Durante los últimos años, el Price ha reducido su presupuesto en un noventa por ciento, detalló el director del espacio cultural madrileño, que indicó que se sigue exigiendo el "mismo tipo de programación que hasta ahora", algo que es "muy complicado".

La competencia entre los ámbitos público y privado amenaza, a su juicio, el concepto de cultura que será sustituido por el nombre de entretenimiento.

Desde su fundación en 1858, el Circo Price ha funcionado como una empresa privada hasta su reapertura en 2007, cuando pasó a ser un teatro público, ha expresado Pinyol al remarcar las diferencias del Price original, fundado por el domador de caballos Thomas Price, y el actual.

La filosofía ha cambiado y lo que prima ahora es que en Madrid puedan verse los "mejores espectáculos de circo que hay en el mundo", de forma que el equipo de Pinyol trabaja para acercar a España a las compañías que "hacen el circo del futuro".

Respecto a las artes circenses contemporáneas, se ha referido a países como Australia, Francia o Canadá como los más aventajados en esa disciplina, aunque cada vez es mayor la presencia de estos espectáculos en el mundo.

Pinyol ha manifestado que su equipo seguirá trabajando "para que el circo crezca en España" con proyectos como una red de ciudades que programen circo de forma habitual o la creación de la Escuela Superior de Circo de España.