Durante los próximos días publicaré desde las páginas de Zirkólika mi ruta por los cinco circos instalados en París que pude ver el fin de semana del 13 y 14 de enero. Empecemos por el Cirque Pinder.

Situado en el mítico Pelouse de Reuilly de París, allí donde en plena temporada navideña se encuentran carpa con carpa tres de los grandes circos en ruta de Francia, el Cirque Pinder luce sus mejores galas para pasar la temporada más larga que hace durante el año. Comienzan de nuevo la ruta a principios de febrero, pero llevan instalados desde el 3 de noviembre. Y la verdad es que hacen honor a su eslogan El gigante europeo: tienen instaladas una entradita, una carpa hall, una gran carpa con toda la restauración, una gran cantidad de camiones, su gran zoo en ruta y por supuesto, un enorme chapiteau para más de 5000 personas.

Las fieras de Edelstein y los saltos de troupe Habana

Un espectáculo de circo totalmente tradicional, aunque con algunas disciplinas bastante modernas y renovadas. La estrella de la casa es el domador de fieras Frédéric Edelstein, presentando una atracción con 10 leonas y 2 leones blancos. También cuentan con el domador Sandro Montez que presenta un número de exóticos y otro con perros. La guinda del pastel fueron los cubanos de la troupe Habana. Estuvieron actuando en la pasada edición del Festival du Cirque de Demain y sin duda no tardaron en hacerles contrato. Una compañía que presenta un número de cuadrante volante y otro de balancín ruso. Los aparatos con los que trabajaban permitían realizar una gran cantidad de saltos a un tempo frenético. Con el de cuadrante volante, había hasta tres acróbatas simultáneos realizando saltos por toda la cúpula del circo. En el balancín ruso, en vez de llevar toda la plataforma, sólo había una barra donde subirse y realizar los saltos. Cogían velocidad mucho más rápido y en segundos ya estaban volando, haciendo multitud de piruetas. Gran compañía.

Los Rampin, actuación destacada

Mención especial para el trío de payasos Rampin. Después de haber estado más de 10 años trabajando con el Cirque du Soleil en Varekai, los tres hermanos decidieron retirarse de los juegos icarios para empezar nuevos caminos. Dos de los hermanos, Pedro Jr. y Ramón, junto con su padre Pedro decidieron colocarse la nariz roja, retomar la trompeta y el saxo y ser payasos. Digo “ser” y no “hacer” porqué les vi un cariño a la profesión que hace tiempo que no veía en una pista. Aunque presentando entradas clásicas, tenían un vestuario muy cuidado, unas rutinas muy bien trabajadas. Son unos grandes músicos y sobretodo, consiguieron hacerse con todo el público. Payasos de verdad, con sus caídas, sus lloros, sus persecuciones, sus risas, sus absurdidades, su jerarquía, etc. Pero lo mas importante de todo, con una nariz roja cargada de emociones que transmitir. Bravo.