“De Sueños y Carpas” – fotoreportaje de Liliana Velázquez

“De Sueños y Carpas” – fotoreportaje de Liliana Velázquez

Pocos son los que hasta ahora mantienen como familia, con nombre y apellido el mismo circo que sus antepasados fundaron en aquellos años pre-revolucionaros, es difícil mantener un circo con los pasos agigantados con los que el mundo evoluciona. Nuevas generaciones, nuevas tecnologías, nuevas memorias… En el circo se ríe, se sueña, se disfruta. Del circo se escribe, se pinta, se cuenta… El circo es, como bien dice Alberto Ruy Sánchez, “un impacto profundo que despierta la imaginación”.

De niña fui al circo y me divertí quizá sin cuestionar su magia, años después, me acerco otra vez con ganas de sorprenderme en la función, de mantenerme en suspenso con el acto del trapecista, de imaginar seres poderosos haciendo magia y malabares, con la curiosidad de mirar y sorprenderme con el mundo que hay detrás de la carpa.
En este ritmo estruendoso que genera la gran urbe se queda hundida nuestra capacidad de asombro, nuestra amabilidad y cortesía de mirar al otro como un igual, para mí es importante reconocer a estas comunidades nómadas como parte de nuestra historia, memoria y sociedad.

En México,la comunidad circense trata de recuperarse de una situación difícil en donde la lucha día a día con los apabullantes espectáculos que ofrecen los medios masivos es cada vez mayor, esto sumado con la crisis económica que atraviesa mi país en donde cada vez es más difícil llevar a toda la familia a espectáculos costos hace que la historia y tradición queden encapsuladas.

De sueños y Carpas consiste en documentar a través de la lente la historia de personajes que hacen de su vida cotidiana “todo un circo”.

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Zirkolika: ¿Cuándo y por qué empiezas a fotografiar el circo?

Liliana Velázquez: Yo había ido al circo de niña y luego ya en la universidad llegué a ir al Hermanos Vázquez por una tarea de reportaje, el tema fue libre y para ser sincera , no sé porque escogí el circo y ahora que recuerdo… tampoco tomé fotos de la función, me acerqué a un payaso que llegaba en su auto, me intrigó el verlo llegar vestido y solo cambiarse sus zapatos, “claro, no podría manejar con semejantes zapatotes” (pensé). Luego de varios años, en el 2008, un amigo me invitó a tomar fotos en las funciones del circo Atayde Hermanos, creo que todo empezó ahí… Este circo es en México el de más tradición, este año cumplirá 122 años de su fundación, sus funciones son espectaculares, desde la limpieza en la ejecución de los actos hasta el cuidado de luz y sonido. Renovando e innovando siempre para complacer al nuevo público, organiza ya el VII Encuentro de Circo Joven, plataforma para las nuevas propuestas de aquellos artistas jóvenes que no necesariamente son de tradición circense.

Al disfrutar y observar la función veía entre cada acto a trabajadores pendientes de cada detalle, poner y quitar la red para los trapecistas, recoger las cosas que tiraba el payaso, quitar la lona de la pista cuando era el número de los caballos, en el intermedio mucha gente sale a vender algodones de azúcar, palomitas, narices y antenas luminosas…

Al término de la función todos los artistas salen a la pista a dar las gracias, entonces me pregunto, ¿el circo son sólo los artistas? ¿Qué hay de los trabajadores que quitan y ponen la carpa? ¿Qué hay detrás de la carpa?

Zrk: ¿Nos presentas un fotoreportaje que huye del puro espectáculo?

L.V.: Creo que no huye del espectáculo más bien se complementa al conocerlo más a fondo, es decir, cuando llego a un circo primero veo y disfruto la función, siento que esto me ayuda a incrementar mi deseo de conocer quién está detrás de ella.

La fotografía para mí ha sido una herramienta y un medio para viajar a mis curiosidades, a mundos que pienso son ajenos a mí y de pronto descubro que en algo me identifico… Años atrás, cuando hacía el ejercicio de verme en un futuro, extrañamente me veía viajando en un remolque como casa, actualmente no lo hago, lo más cercano que tengo a esta forma de vida es el circo, creo que “inconscientemente” esto me ha hecho acercarme a este sueño de vida.

Zrk: ¿Qué conoces de cada uno de los circos que has visitado?

L.V.: Producciones Cedeño/ El Circo de Lagrimita y Costel es un circo joven en cuanto a nombre ya que tienen alrededor de 4 años con este show. Sin embargo Producciones Cedeño viene de familia de circo. La mayoría de sus actos son modestos, pero el público espera al final… Lagrimita y Costel son payasos estrellas de un canal de televisión nacional.

Detrás de la carpa fui bien recibida por la gente que realmente vive y hace el circo, los que día a día conviven como vecinos, compañeros de trabajo, primos, tíos, aquí conviven trabajadores, artistas y el dueño. Esta convivencia aunada a su gusto por compartir historias y sentimientos me hizo sentir entre amigos.

Por otro lado, en el Circo Hermanos Vázquez (que festeja ya su 40 aniversario) me topé al principio con un gran silencio. Es un circo de pista más grande, los roles y actividades son más marcadas, el ambiente es un poco diferente, cada quien se ocupa de lo suyo… Su función es muy variada, se preocupan también por la calidad de sus actos, teniendo entre sus artistas a nacionales y extranjeros. Luego de varios días de hacerme presente fui entablando plática con algunos artistas… y cuando la relación de confianza se va fortaleciendo… se cumple el tiempo y se mudan de terreno… tengo que parar y empezar más adelante.

Zrk: ¿Qué has aprendido del circo?

L. V.: El circo me ha enseñado muchas cosas, aprendí que la vida diaria o cotidiana en el circo es igual a cualquier otra… pero el circo como comunidad es algo especial, convive gente de diferentes países, costumbres y credos, la pista los une. Me enseñaron a valorar el esfuerzo y el trabajo (incluso el mío), la responsabilidad como respeto a uno mismo y al equipo de trabajo, me queda grabada una frase “el trabajo en el circo es duro, pero cuando me acuerdo que estoy aquí por gusto entonces disfruto al hacerlo”. He aprendido que la importancia de tomar decisiones puede llevarte a rumbos insospechados, aprendí que la gente del circo es gente libre.

Zrk: ¿Tienes alguna anécdota de tus visitas a los circos?

L.V.: Pues más que anécdota fue toda una experiencia la invitación a la “tumbada” de carpa (desmontaje de la carpa), pasé la noche, madrugada, mañana y tarde al lado de quienes literalmente ponen de pie al circo. Ellos también trabajan en equipo, se coordinan en tiempo y cada quien tiene sus responsabilidades, así como existe adrenalina en cada función también la hay en cada cambio de terreno, ahora les toca a ellos ser protagonistas.

Zrk: ¿Quieres añadir algo más?

L.V.: Sólo agradecer a quienes detrás del telón me enseñaron también la magia del circo.

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