Entrevista a Kike Polo, director de Cirkus Kaos

Entrevista a Kike Polo, director de Cirkus Kaos

Marcel Barrera – Cirkus Kaos actuará esta navidades en el recinto ferial de Castellón, según ha anunciado la compañía. Aprovechamos este anuncio para publicar la entrevista realizada a su director, Kike Polo, el pasado verano. La entrevista se publicó en el número 58 de la revista Zirkólika. 

Llego a Canet de Mar (Barcelona) en tren y después voy andando dirección norte. Allí, pegado a un polideportivo, se despliega una preciosa carpa amarilla y negra. Es el Cirkus Kaos. Ya no tiene ni tigres ni leones blancos, pero la tipografía de su logo conserva el rabo de un león. Me acerco despacio y con respeto a esa catedral del circo y veo a Kike Polo conversando con su hija antes de que esta baje a Canet a repartir publicidad y que todo el mundo se entere de que hay un circo. Ya en las oficinas, repleta de fotografías familiares —la saga había tenido el Circo Polo en los años 30 y ya van por la quinta generación de artistas— Kike se siente orgulloso de que la familia esté unida y trabajando para que la gente vuelva al circo.

He llegado al circo para hacerte la entrevista y he oído claramente barritar a un elefante…

[Ríe] Es un elefante que fue construido en Estados Unidos para las tomas falsas de películas. Como está prohibido actuar con animales, hemos tenido la idea de traer a este elefante que parece de verdad. Los niños se sorprenden.

También se sorprende la policía…

Ha venido la Policía y la Guardia Civil a buscar al elefante. Los animalistas nos siguen insultando y provocando. No ven que es un animal mecánico. Tú mismo has visto que me acaban de llamar de publicidad para decirme que nos han roto un montón de carteleras porque está el elefante en el cartel. Este país lo que necesita es mucha más cultura e información. He trabajado en todo el mundo con mi número de magia y los tigres blancos: Hong Kong, Sudáfrica, Corea, Filipinas, Australia… En Francia he tenido que sacarme el certificado de capacidad para trabajar en el casino de París o en el Folies Bergère. Llego a España, después de muchos años, y me encuentro con que a pesar de que me hayan otorgado la medalla de las Bellas Artes, no puedo trabajar en mi propio país.

¿Cómo es el Cirkus Kaos? Debe de ser uno de los circos más grandes de España…

Es un circo supermoderno que intenta adaptarse a las circunstancias de cada provincia. La verdad es que tenemos atracciones increíbles como el globo de la muerte o los equilibristas Marton. El circo que usamos para la temporada tiene capacidad para 1.400 personas y mide 38 metros de diámetro y 17 metros de altura. Así podemos presentar el número de freestyle, con una moto que salta a más de 9 metros de altura y 21 metros de longitud. Es un circo fantástico con aire acondicionado y limpiadores de ozono. Y luego tenemos otro circo que montamos en navidades y que mide 42 metros y tiene una visibilidad perfecta. Tenemos unos circos maravillosos y cuando viene al circo, el público no se sienta en tablas. Esto es costoso pero forma también parte del espectáculo. Tenemos una flota de más de 45 vehículos y hacemos unas 20 ciudades cada año. A pesar de esto, nos cuesta muchísimo atraer a la genteal circo.

¿Por qué cuesta que la gente vaya al circo?

Es verdad que nos cuesta muchísimo atraer a la gente al circo, pero cuando lo conseguimos nos dicen que “no esperaban un espectáculo tan diferente y bonito”. Antes era más fácil. Ponías un montón de animales en un cartel y la gente se fijaba en el rinoceronte, el elefante, la jirafa, los caballos o los tigres. Ahora tenemos que adaptarnos y seguir trabajando sea como sea. No por eso vamos a dejar de trabajar. También influye mucho la incertidumbre que hay en España. Además, los niños ven tantas cosas y tienen tanta información que no tienen interés por el circo y los animalistas se han pasado dela rosca… Pero pienso que todo eso se acabará y el circo volverá a su cauce. Seguiremos trabajando para que la gente venga al circo. De cara a navidadt enemos que hacer algo que atraiga al público y pienso que lo vamos a conseguir. No tenemos tigres, no tenemos animales. Necesitamos algo. Estamos buscando la manera de que el público preste atención a lo que estamos vendiendo.

¿Qué es el circo?

Es mi vida. Yo nací en el circo, mi padre nació en el circo, mi abuelo nació en el circo, mi bisabuelo nació en el circo. Mi madre, mis hijos y mi nieto han nacido en el circo. El circo es nuestra vida y lo único que sabemos hacer.

Has actuado en Filipinas, Malasia, Las Vegas, Australia, Hong Kong… ¿Qué te queda de toda esta experiencia?

Hemos dado la vuelta al mundo cuatro veces. Yo pienso que si hubiera ido a la Universidad de Harvard nunca habría aprendido lo que he aprendido viajando. El viajar es el máster más importante que una persona pueda tener en la vida. Aprendes a convivir con personas diferentes.

A raíz de toda la ofensiva legislativa y animalista contra los circos, han cerrado circos importantes. ¿Ha dejado de ser un negocio el circo?

Para nosotros el circo es nuestra vida. Por muy mal que te vaya, sigues de una manera o de otra. Si no viene gente, tienes que seguir de una manera u otra. Nosotros somos un circo que gracias a Dios sobrevivimos porque la mayoría de las personas somos de la familia. Les estoy superagradecidos que sigan conmigo a pesar de las dificultades que estamos pasando. Están mis hijos, mi cuñada, mis hermanas, mi madre.

Toda la familia…

Un 80 % del corazón de este circo es mi familia. Tengo a mis tres hijos: Enrique tiene 28 años y se llama como yo, mi padre y mi abuelo. Nació en Estados Unidos. Luego está Gina, que tiene 22 años y nació en Sevilla. El más pequeño, Miguel, tiene 19 años y nació en Alemania. Los dos chicos trabajan en el globo de la muerte y Gina hace de todo. Trabaja con la publicidad, sube al trapecio… Aquí trabajamos muchísimotodos. Mis hijos montan y desmontan el circo; se meten unas palizas increíbles y luego trabajan en la pista. Es la única manera de poder sobrevivir en esta época que estamos pasando. Mi madre Chari también sigue en el circo conmigo. Ella va donde yo vaya. Está en el bar y organiza las ventas. Mi hermana Gema también lleva más de 20 años conmigo. Tiene tres hijos y están todos con nosotros. Mi mujer Lala viene de la familia Suárez, una familia muy importante de circo en México. La conocí en América cuando terminé con el Ringling y ella estaba en el Circus Vargas. Ahora está en la taquilla y lleva las cuentas del circo y del bar. Todos trabajamos muchísimo. Somos lo que se dice una verdadera familia de circo.

¿Y cómo va el Cirkus Kaos?

Date cuenta de que al margen de tener que estar con esta lucha que ya tenemos perdida de los animales, tenemos que luchar contra los ayuntamientos, que te dan un terreno que no vale porque no cabe el circo, o te dan otros que están desnivelados. Y luego te cobran unas tasas increíbles. Por un terreno te piden 2.500 euros; enganchar la luz te cuesta 700 o 800 euros, enganchar el agua otros 300 euros. Llega un momento en que una plaza, al margen de lo que cobran los artistas, nos cuesta unos 6.000 euros que son difíciles de volver a recuperar. Sabiendo cómo está la situación creo que los ayuntamientos deberían tener un poco más de consideración con los circos e intentar ayudarnos un poco más.

Dime tres cosas que os ayudarían…

Nos ayudaría mucho una bajada de las tasas de los terrenos y que estos terrenos estén ubicados donde la gente puede acceder fácilmente. También nos ayudaría que bajaran lo que cuesta enganchar el agua y la luz en un pueblo. Los ayuntamientos deberían facilitar esto, como en Francia, donde tienen todas las condiciones para que el circo pueda actuar. Antiguamente, cuando los circos traían los animales y generaban excrementos, se creó el mundo fantástico de la fianza. Ahora no hay animales pero siguen las fianzas. Y yo digo: ¿Fianza de qué? Si cuando nos marchamos, el terreno está más limpio que cuando hemos llegado. ¿Qué es lo que pasa? Pagamos esta fianza antes de que llegue el circo pero hay veces que te la devuelven después de 8, 10 o 12 meses. O sea que el ayuntamiento estácreando dinero… En vez de analizar la situación que vive el mundo del circo y pegarnos un empujón hacia arriba, ese mismo empujón nos lo estándando hacia abajo; o sea intentan hundir más el mundo del circo. La gente no se da cuenta de que el mundo del circo es cultura… Se reúne la familia. Los abuelos traen a los nietos, los padres vienen con los abuelos… Deberían respetarlo más, deberían respetar más que el circo es parte de nuestra vida. ¿Qué niño no ha ido al circo? ¿Qué abuelo no ha ido al circo? Un profesor de la Universidad de Harvard hizo un comentario que me hizo pensar. Dijo que las tres cosas que más unieron el mundo fueron Marco Polo, Alejandro Magno y el circo. Trajeron culturas por todo el mundo que nunca nadie habíavisto. Me fascinó mucho escuchar a este profesor de Harvard hablando sobre el circo y de cómoha globalizado el mundo.

Pero algunas compañías con espectáculos de no mucha calidad…

La pura realidad es esa. Hay circos que no deberían existir y que han ido engañando a la gente con muñequitos como Mickey Mouse y sin una atracción de circo. ¿Me entiendes? Y son estos los que han perjudicado al mundo del circo. No lo han perjudicado, lo han destrozado. Y a mí me sabe mal decirlo porque yo soy de circo pero pienso que el público no es tonto y sabe lo que es un espectáculo de circo o una tontería. Hay gente que vive para el circo y hay gente que vive del circo.

Aparte de Magic Polo ¿cuál ha sido tu trayectoria?

Yo empecé en el mundo del circo cuando tenía seis años. Me acuerdo perfectamente cuando salía con Charlie Rivel y trabajaba con Los Mariani. Te puedo contar miles de anécdotas.  Cuando era pequeño y tenía que hacer el número de la lavadora, a veces me quedaba dormido en la lavadora…

Qué bueno…

¡Y me tenían que despertar! Más tarde empezamos a hacer el número de cuadrante aéreo que tiene más de cinco generaciones en nuestra familia. En 1980 lo empezamos a trabajar y a ensayar. Y trabajamos por todo el mundo: en el circo Ringling, el Vargas, el Knie, el Krone, en el Circo Mundial cuando estaban Fernando y Rafa. Nos fuimos a América y estuvimos allí muchos años trabajando; luego volvimos a Europa, compré un par de tigres y empezamos a hacer magia. Tuve mucha suerte. Fue la mascota olímpica del equipo alemán de esquí. Hice todos los programas de El juego de la oca y muchos programas de televisión con José Luis Moreno. Gracias a Dios me salió un contrato para ir a Corea con la magia y a partir de eso fue un sin parar. Tuve la suerte de entrar en la cadena Hilton y poco a poco fue subiendo la cosa y llegamos al máximo.

¿Por qué decidiste comprar los primeros tigres? Tú venías de hacer el cuadrante…

Cuando empecé a hacer magia, estaba con Marcel Peters, que tenía un número de tigres. Le dije si me daba un tigre y me lo dio. Era un tigre maravilloso. Acto seguido compramos a Marie Chipperfield un tigre blanco, que me crió muchísimos tigres blancos y la cosa fue surgiendo. Cuando se terminaron estos grandes contratos por la crisis económica mundial, empezamos a hacer el circo. Fuimos ahorrando para poder comprar el circo actual. Hace ya seis años que lo tenemos y al margen de si viene gente o no viene gente, estamos muy contentos. La magia y los tigres han sido una etapa de la vida… Ahora hago de payaso en el circo.

¿Cómo dices?

Si, hago de payaso y la gente se muere de risa. ¡Y me gusta! Yo me demuestro que empecé de payaso y me moriré de payaso. ¡Lo que es lavida! Y lo más importante, hoy en día está tan difícil el circo que durante los 10 minutos que estoy en la pista me olvido de todo y me dedico íntegramente a hacer reír a la gente. Yo mismo me pongo a prueba. Y la verdad es que estoy muy contento porque me doy cuenta de que me puedo adaptar a lo que sea. Durante el día, gestiono el circo y me muevo por los ayuntamientos para buscar las plazas. Creo que soy uno de los únicos directores de circo que se alegra cuando alguien puede atraer al público. Llega la hora de trabajar y me lo paso muy bien. Hacer de payaso me mantiene activo y contento.

¿Cómo te sentiste cuando dejaste de trabajar con los tigres?

Te voy a ser muy sincero. Una parte de mi corazón me la he dejado con mis animales. Todo lo que yo tengo se lo debo a ellos. Mis casas, mi circo… Tuve que dejarlos en santuarios y,de vez en cuando, tengo que ir porque no quieren comer. Intento pasar a una nueva etapa y refrescar pero tengo que confesar que las satisfacciones que me ha dado trabajar y educar a estos animales ha sido una etapa muy bonita de mi vida. Yo en la vida me doy por satisfecho. Me doy por triunfado. Estoy supercontento porque tengo una familia maravillosa y además quiero que lo subrayes: soy una persona superafortunada y doy gracias a Dios por todo lo que tengo en la vida.

 

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