Si las flores tienen un lado oscuro, ¿cómo no lo van a tener también los seres humanos? Pero ¿qué pasa cuando el lado oscuro se encuentra junto al más puro y brillante de una persona? ¿Qué se dicen? ¿Qué piensan el uno del otro? Estas son las preguntas de las que parte Bubble, el espectáculo que presenta El lado oscuro de las floras. Las respuestas llegan a través del lenguaje que mejor conocen Ginés Belchí y Jesús Navarro: el del circo, el de la acrobacia, el de la danza acrobática, el del teatro físico, el de la acción y el movimiento.

 

“No sabemos si lo que está en el escantio es uno mismo duplicado, otras caras de nuestra personalidad o simplemente alguien que nos hemos inventado para sobrevivir”, ha explicado la compañía. Y si no lo saben ellos, tampoco lo podemos saber nosotros. Pero sí que tenemos constancia de que los dos individuos que se encuentran arriba del escenario, sean dos seres diferentes o las dos caras del mismo, se miman y se vapulean, ríen y lloran, se acercan y se alejan, andan sobre los pies y sobre las manos, pierden el control y lo vuelven a encontrar… De todo esto habla Bubble, todo esto es el que encontraremos en esta burbuja en la que no sabemos si queremos estar en solitario pero que tampoco hemos decidido quién queremos que nos acompañe.