¿Ha sido una epidemia repentina? ¿Quizás se ha producido un trágico accidente? Quizás nunca lleguéis a saber qué ha sucedido cuando entréis en la carpa de esta compañía, pero pronto os daréis cuenta de que Danny Ronaldo es el único artista que sigue vivo. Veréis las tumbas de sus compañeros alrededor de la arena: la del carablanca, las de las equilibristas, incluso la del director… Sí, decididamente, solo queda el clown que, aún así, no está absolutamente solo. Y es que, con la fuerza de su imaginación, él se encargará de hacer revivir a cada uno de sus compañeros, el papel de los cuales representará, haciendo uso de un cálido sentido del humor, para deleite de los espectadores. Nos demostrará así su lealtad, tan divertida como a veces enfermiza, hacia a unos compañeros desaparecidos, pero también hacia el circo y hacia las tradiciones propias de este mundo. ¿No se asemeja este clown a aquel soldado japonés que, sin noticias del fin de la guerra, se mantuvo leal a su país, aislado en una isla remota durante más de treinta años? La guerra o, en este caso, el espectáculo, debe continuar, aunque solo quede un soldado o… un clown.

 

Firma la propuesta un circo familiar con unas raíces que nos transportan a los circos ambulantes del siglo XIX pero, a la vez, a la tradición de la Commedia dell'Arte. Hoy, la sexta generación de artistas de esta familia combina lo mejor del mundo del circo y del teatro y utiliza un lenguaje único. Los veréis reinterpretar la tradición en unos espectáculos en los que las emociones tienen un papel fundamental.

 

Una coproducción del Theater op de Markt – Dommelhof, Festival PERPLX, MiramirO, Théâtre Firmin Gémier/ La Piscine y el Pôle national des arts du cirque d’Ile de France.

 

Con el apoyo de Vlaamse Gemeenschap, provincia de Amberes, Werkplaats Diepenheim, Oerolfestival, Dok Gent y CC Bonheiden.

 

Espectáculo para espectadores y espectadoras a partir de 12 años.