Dimiten por sorpresa los directores de La Central del Circ Helena y Antxon Ordóñez

Dimiten por sorpresa los directores de La Central del Circ Helena y Antxon Ordóñez

Sin demasiado ruido y con muchas ganas de iniciar una nueva etapa, la junta de la Associació de Professionals del Circ de Catalunya (APCC) anunció la semana pasada a través de un comunicado (leer AQUI) que aceptaba la dimisión de los directores de La Central del Circ, Antxon y Helena Ordóñez Bergareche. Sorprende la dimisión, nada habitual en este tipo de cargos, pero también el poco tiempo que han ocupado la dirección estos dos hermanos naturales de Madrid que vinieron a Barcelona para dar más proyección a La Central del Circ y hacerla crecer.

Los dos hermanos fueron elegidos a inicios del año pasado y tenían un mandato hasta 2022. Han sido muy pocos meses al frente del mayor equipamiento circense de Catalunya, pero suficientes para comprobar, según reconoce el miembro de la junta de la APCC Pablo Domichovsy, que “ni han podido llevar a término su proyecto ni han encajado en el proyecto de La Central; ahora se abre un tiempo de reflexión para volcar toda la energía en sacar adelante La Central del Circ”.

“La Central —añade Domichovsy— ha crecido tanto estos últimos años que quizás sea el momento de hacer un cambio o no hacerlo, pero en todo caso es el momento de frenar y ver dónde nos encontramos para avanzar”. Y para poder abrir esta nueva etapa de La Central del Circ, una fábrica de creación del Ayuntamiento de Barcelona gestionada por la APCC, Domichovsy subraya la importancia de “involucrar a los usuarios de La Central y a los socios de la APCC”.

Antxon, que juntamente con Helena emitieron también un comunicado propio para explicar su dimisión (leer AQUI), reconoce también que “no se ha podido seguir avanzando”, pero que se marchan “tranquilos” y con algunas iniciativas realizadas, como el laboratorio de dramaturgia, una muestra de En Ebullició, la relación con la universidad o el work in progress que se vio en las fiestas de la Mercè (Barcelona). Eso sí, Antxon reconoce que dentro de La Central existen “tensiones a causa de la actual indefinición” del equipamiento y que hay que hacer una “apertura e incluir a todo el sector”. “Hemos decidido no aferrarnos a este puesto para no dañar la estructura”, explica Antxon, que junto a su hermana han decidido quedarse a vivir en Mataró y establecer vínculos con Cronopis. .

“Lo importante -añade- no es quién dirige La Central sino para qué sirve La Central y a quién sirve. Tratamos por tanto de salir del proyecto estando al servicio de la institución y de las personas, de ser positivas, que es lo que hemos venido haciendo hasta ahora. Lo que es importante es que el sector, las usuarias y usuarios, los trabajadores y trabajadoras del circo se impliquen y definan una central que les pertenezca”. 

Los sobresaltos en la cúpula de La Central del Circ no son nuevos desde que se marchó Johnny Torres. Primero fue la decisión, para muchos todavía inexplicable, de declarar desierta la primera convocatoria para la dirección del equipamiento y descartar el proyecto de Joan Ramon Graell, acróbata y expresidente de la APCC, que se quejó agriamente en su momento de una decisión que algunos achacaron a temas personales. Después, la propia elección de Helena y Antxon fue desconcertante, ya que eran completamente desconocidos en Catalunya y además ganaron la segunda convocatoria sin presentar un proyecto terminado. Además, la nueva junta de la APCC ha tenido que lidiar con la gestión de una junta anterior, a pesar de que siguen pesos pesados como la gerente de la Central del Circ, Ione Hermosa.

En el fondo de esta crisis está también si La Central del Circ debe tener una dirección artística que, desde su creación, han ocupado Leandro Mendoza, Roberto Magro y Johnny Torres. La comisión de selección pidió en su momento abrir un debate sobre el “papel y la necesidad de las direcciones artísticas en los espacios de creación”. Y ese debate, junto a la definición de La Central del Circ, se hacen ahora más necesarios que nunca.

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