La compañía Groupe Acrobatique de Tánger, formada por acróbatas que ensayan en las playas de la ciudad marroquí de Tánger, vuelve por tercera vez al Grec Festival de Barcelona para presentar su último espectáculo, Halka, que significa espacio de fiesta y recupera los orígenes de la tradición de la acrobacia en Marruecos y, al mismo tiempo, ofrece un espectáculo contemporáneo con música popular de protesta y humor. Es el primer espectáculo colectivo de la compañía. 

La directora del grupo, Sanae El Kamoun,  expresó ayer en rueda de prensa su satisfacción por poder volver a Barcelona, ​​donde en 2008 ofrecieron Taoub y en 2010 Chouf Ochouf, y explicó que una de las singularidades de la acrobacia en Marruecos es que siempre se presentan en círculo y que tiene origen bereber. 

Acompañados por música tradicional y cantos, mostrarán sus espectaculares acrobacias y  pirámides humanas con elementos como la "facha", un cinturón de tela que rodea la cintura de los aprendices de acróbata , o el "djefna", un barreño de metal para la colada, pero también instrumento de fiesta en las bodas. 

Groupe Acrobatic de Tánger situa la cultura popular en el centro y reivindica una cultura militante y democrática accesible y los artistas pertenecen a la confraría de Sidi Ahmed ou Moussa. En sus coreografías, los acróbatas "exploran las contradicciones de su mundo, que se debate entre lo que es sagrado y el profano, el gusto por el espectacular y la presencia de lo invisible, la autenticidad y los préstamos". La acrobacia marroquí se remonta a un santo sufí que vivió en el siglo XV, Sidi Ahmed, y la tradición se ha mantenido desde entonces, aunque el Groupe Acrobatique de Tanger la ha adaptado a los tiempos modernos.

Respecto de las torres humanas que levantan estos artistas, Sanae El Kamoun ha revelado que su origen es militar "y servían para espiar al enemigo". En Barcelona actuarán un total de de catorce artistas, entre ellos dos mujeres, hoy y mañana en el Teatre Grec (22.00 horas). Groupe Acrobatique de Tánger, creada en 2003, fue la primera compañía de circo contemporáneo en Marruecos, país que no reconoció al circo como arte escénica hasta 2013. "El circo se reconoció de manera tardía, y todavía hoy no hay difusión ni una red", explicó ayer Sanae El Kamoun. La compañía, que ha visto como algunas de las playas de Tánger han desaparecido por la construcción de un puerto deportivo y reivindica un espacio de ensayo, tiene en proyecto crear una escuela acrobática tradicional y un festival de circo en la ciudad.