Guillem Albà estrena este viernes en el festival Temporada Alta (Girona) 'Jaleiu', un ambicioso espectáculo que presenta acompañado de seis músicos (Edgar Gómez, Àlvar Monfort, Albert Comaleras, Martí Soler, Luisma Villegas y Irene Garcés) ​​y que ha ido vistiendo poco a poco durante los últimos años. Nuevo vestuario, nuevos números y nuevas músicas. Hablamos con el artista muy pocas horas antes de que suba al escenario del Teatro Municipal de Girona.

Festivales aplazados o directamente cancelados por la pandemia y hoy estrenas un nuevo espectáculo. Es una buena noticia, ¿verdad?

En principio es una buena noticia, aunque no se sabe si te has equivocado o no. Hemos hecho la mayor inversión de tiempo y dinero y nos ha caído justo en este momento. Pero ya veníamos embalados, hacía mucho tiempo que estábamos preparando el espectáculo y probando gags. Hasta que no llegue el viernes no estaré convencido de que lo estrenamos. Si ahora mismo llega una persona del equipo y dice que ha dado un positivo… ¡mierda! Antes ya celebrábamos cada bolo, pero ahora aún más.

¿Cómo ha sido el proceso de creación?

Hace siete años que hacemos 'Marabunta'. Como lógica de producción, este espectáculo deberíamos haberlo hecho antes, pero hice 'Calma!', 'Miralls & Miratges' con Love of Lesbian y también televisión. Hace tres años que estamos probando cosas, con el objetivo de que después, cuando lo estrenamos, no sea nuevo. Ha sido un proceso muy lento y hecho con cuentagotas. Y ahora, en el último tramo, sí ha sido más intensivo y lo hemos ido probando con público.

¿Veremos un Guillem Albà muy payaso, como la primera parte de 'Marabunta'?

La gente que ha visto la obra dice que no es un 'Marabunta 2', y eso me gusta. Sí que hay 'Marabunta', porque hay clown, música, risa y humor absurdo, pero hemos cambiado algunas cosas y creo que es menos punki. 'Marabunta' tiene un punto de caos y en 'Jaleiu', en cambio, hemos intentado que en la locura haya un poco más de clase. El espacio y el vestuario están más cuidados. Hay más trabajo escénico, los músicos actúan mucho más y están más involucrados, no es la banda de fondo y yo solo actuando. Los he apretado mucho más en la parte escénica. Hay gags en los que directamente dejan los instrumentos y están conmigo haciendo de contrapunto, o están tocando pero moviéndose. Musicalmente, también ha variado. Antes había mucho más rock y funky y ahora hay muchos más colores y está más cuidado.

En el video de promoción sales de fubolista…

Justo este personaje cayó (ríe). Hago de policía, hay también un político … Todos los números son nuevos menos el de político, que hice en el primer espectáculo propio y que dirigió Jango [Edwards]. Pensé que ahora entraba muy bien el número de político. A diferencia de 'Marabunta', ahora estoy más tranquilo. Cuando te haces mayor, vas encontrando esta tranquilidad. Tengo esta tranquilidad porque me doy cuenta de que salto menos que antes y la gente se ríe más. Supongo que saltaba por miedo. Como la gente destacaba mi energía, pensaba que era lo más grande que tenía. Pero era demasiada energía y ahora freno mucho más.

Quizás te ha influido tu espectáculo 'Calma!'.

Sí, totalmente. De hecho, en 'Pluja' intenté hacer algo que nunca había hecho, desde la sinceridad y la parte vulnerable, y bajar mucho el ritmo. Y de hecho, a raíz de hacer 'Pluja' pensé que quería hacer 'Calma!', que es una mezcla de la locura de 'Marabunta' y la tranquilidad de 'Pluja'.

En 'Marabunta' la gente bailaba y tu bajabas con el público. ¿Ahora también?

Aunque iba bajando entre el público, el 80% del espectáculo eran gags y la última parte era animación y la gente bailaba. Con 'Jaleiu' no he querido repetir la misma misma fórmula. En este sentido, el espectáculo tiene muchos más gags de principio a fin, sin la parte de animación. Teníamos muchas ideas para hacer con el público, pero al final dije que teníamos que cambiarlo porque la pandemia no iba a ser cosa de dos días. Muchas cosas que pensaba hacer no puedo hacerlas. A veces parece que pierdas cosas. Me vienen ideas de bajar y saltar y no puedo hacerlo. Pero tienen que venir otras ideas. No puede ser que de golpe todo esto me mate todo el juego. No creo que todo lo que pueda dar sea ir abajo y abrazar el público. No hemos adaptado.

¿Qué sensaciones tienes cuando ves al público con mascarilla?

He hecho pocos bolos, pero la verdad es que me he ido adaptando. El primer día fue muy extraño, pero ahora, de repente, parece que puedas ir leyendo las frentes y los ojos y el lenguaje corporal; no puedes ver la sonrisa, que era más fácil y directo, y el sonido te llega menos. Por las pruebas que hemos hecho con público y por los bolos con 'Calma!', la gente parece que ahora tiene más necesidad de compartir. Ahora parece que solo levantar los brazos tenga más valor que antes. Quizá no hay que saltar y abrazar a la gente porque no se puede, pero haciendo otra cosa puedes llegar igual a la gente. Nos tenemos que acostumbrar, vaya.