Entre los días 1 de marzo y el 17 de abril, varias compañías de Payasos Sin Fronteras (PSF) participaron en una gira de espectáculos en los patios de algunas escuelas catalogadas como de “máxima complejidad” y situadas en zonas con un alto índice de vulnerabilidad de Barcelona, Madrid, Lleida, Girona, Sabadell, Manresa o Vilafranca del Penedès.

El proyecto, bautizado con el nombre de “Sonrisavirus”, tuvo como principal objetivo ofrecer apoyo emocional a la infancia afectada por la pandemia y las restricciones, y de rebote a la comunidad educativa. En esta gira participaron un total de 41 artistas de 21 compañías profesionales que realizaron 45 espectáculos. La campaña, que continuará si se consigue financiación, llegó a 18 centros y 4.114 personas, la mayoría niños de 3 a 12 años. Una de las compañías participantes fue Més Tumàcat, que transmitió alegría a los alumnos de la escuela Collaso y Gil del barrio del Raval, en Barcelona.

“El trabajo de apoyo emocional de Payasos sin Fronteras es muy importante; los chicos necesitan espacios donde puedan notar una cierta normalidad”, explicaron los miembros de la compañía Frederic Bachs y Ricard Llatge. Muy cerca del escenario lo miraba el jefe de estudios de la escuela, Juanjo Fernández, para quien el proyecto Sonrisavirus ha sido un buen bálsamo: “Después del confinamiento, los alumnos llegaron tocados a nivel emocional; por eso intentamos que en la escuela se encuentren a gusto. Espectáculos como este ayudan mucho y son un paso más para volver a la normalidad”.

(Artículo publicado en el número 67 de la revista de circo Zirkòlika. Puedes suscribirte a la revista aquí.)