Pasaban díez minutos de la hora prevista para el estreno y todavía se veía gente accediendo a las gradas por las bocas del circo. Algunas personas entraban por primera vez desde la creación del festival y otras repetían de años anteriores ya que, como se escuchaba en sus conversaciones, les “gustó mucho” el año pasado.

A las 21.15 de la noche, de repente, se iluminó por encima de la entrada de artistas un balcón rojo y se vió la orquesta en directo de Carmino d’Angelo, empezó un baile de luces por todo el recinto y una voz en off cantó el nombre de las administraciones públicas y patrocinadores privados que apoyan el Festival Internacional del Circo -Elefant d'Or- Ciutat de Figueres, que este año llega a la quinta edición. Después, entró Genís Matabosch y en cuatro lenguas (catalán, castellano, francés e inglés) explicó que este festival se “consolida como el mayor acontecimiento de circo del Estado y en el top 5 de los mejores festivales que se realizan en el mundo”. Por lo visto ayer, lleva toda la razón.

Con una sonrisa, Matabosch también explicó que se habían vendido ya 27.000 entradas. Empezó la función azul, que duró dos horas y media, y terminó casi a la medianoche. Por el gran espectáculo visto ayer, no le costará mucho vender las 5.000 que quedan a la venta. La función tuvo todos los ingredientes que se espera de un gran espectáculo circo tradicional: proezas, risas, emociones…

Rompió el hielo la compañía Diabolo in Soul, de Taiwan, que presentó un número muy coreográfico con un sorprendente ejercicio con un diabolo iluminado con leds dando círculos por la pista. Preciosos y la piel de gallina. Luego irrumpió, de sopetón, por la entrada de artistas, Iuliia Stetsenko, de Ucraina, y empezó a balancearse y a hacer equilibrios en el aire con su aro aéreo.

El  payaso Vladimir Deryabkin presentó una muy divertida y rítmica entrada cómica donde se rompieron bastantes platos. Las gradas mostraban un magnifico aspecto y el público se lo estaba pasando bien, pero todavía tenía que llegar lo mejor. Procedentes de Ucrania actuaron el duo Miracle, dos auténticos palillos que presentaron contorsiones increíbles. Volvió a aparecer a la pista Vladimir Deryabkin, que acertó con la clásica entrada de los pitos y, además, demostró ser un virtusoso de la batería.

La pareja Tim & Taisia presentó un romántico número de telas y, después, la mala noticia de la noche que nos anunció Matabosch. Una inesperada lesión de la bielorusa Anastasiya Yeukhimenko nos dejó sin ver el número de hula-hoops sobre caballo. Pero a pesar de los pesares, el final fue muy dulce, ya que la Sheyang Acrobatic Troupe, de China, presentó un grandioso y muy virtuoso número de equilibrios con la cabeza. Daban saltos con la cabeza -si, con la cabeza- con un gran sentido del equilibrio. Otra vez la piel de gallina. La primera parte no podía terminar mejor.

La segunda parte fue redonda. Actuaron la pareja de Ucrania History Makers, quienes hicieron clásicos ejercicios de olímpicos… pero en el aire. Los Vardanyan Brothers, de Armenia, casi derrumban el circo gracias al clímax que consiguieron transmitir al público con sus ejercicios de mano a mano. Presentaron un número muy clásico y triunfaron como el avecrem. En el número final de los puñales, que consiguieron realizar después de fallar tres veces, un espectador sacó incluso un pañuelo blanco como señal de rendición ante lo que estaba viendo.

Otra de las agradables sorpresas de la noche fue Victor, una compañía ucraniana que recupera una técnica de circo casi desaparecida, la de las perchas volantes. Presentaron unos ejercicios colosales, con un vestuario muy vistoso y bien trabajado que se inspira en los ancestros del circo actual.

Y para terminar, dos números fuertísimos. Impresionó por su ritmo, técnica y puesta en escena el nuevo número de telas de Ambra Faggioni e Yves Olivares, titulado Golden Dream e inspirado en las antiguas estatuas humanas. Y también el número de báscula de la compañía Nomuna, de Mongolia, con múltiples saltos a cuarta altura… y uno a séptima altura con percha!!!

Durante los próximos cuatro días, hasta el próximo lunes 29 de febrero, actúan en Figueres 84 artistas de 13 países. En total, quedan aún 9 funciones, que se verán hoy viernes (17.30 y 21), mañana sábado (12, 16.30 y 21.00), el domingo (11.30, 16.30 y 21.00), y la gala de entrega de premios el lunes (20.30).

El festival ocupa una superficie de más de 4.400 metros cuadrados, con dos grandes carpas; una de ellas de 52 metros cuadrados -donde se realizan las funciones- y otra de 42 metros cuadrados. Esta última carpa sirve como hall, con una librería con libros de circo y el espléndido programa que cuesta solo 5 euros y que los artistas firman durante la media parte. En esta carpa también se vende comida y es el acceso a la carpa principal, con capacidad para 2.200 personas.

Entre las actividades paralelas previstas, este domingo, a las 10.30 horas, se presentarán en la biblioteca del Centre de Formació Integrat Ferran Sunyer los libros La història del Circ a Barcelona, de Ramon Bech; y el libro Figueres 2015, del fotógrafo francés Yvon Kervino. En la galería Dolors Ventós se puede visitar hasta el lunes la exposición de Xavier Toral y Miquel Ribot, una muestra de fotografías de ediciones  anteriores del festival.

El pistoletazo de salida lo protagonizaron los acróbatas peruanos Duo Vitalys (Pablo Nonato y Joel Yaicate) con una actuación de mano a mano que se realizó el pasado 21 de febrero en el patio de armas del castillo de Quermançó, en el pequeño municipio de Vilajuïga, cerca de Figueres.

Durante la función de ayer, Genís Matabosch reivindicó Figueres como la futura sede del museo europeo del circo y que en la ciudad haya circo los 365 días del año y no únicamente los cinco días que dura el festival. Durante los próximos días se espera la presencia de algunos políticos.