El circo es alegría, pasión, juego, estética, riesgo y unión de contrastes. Desde ayer también puede ser un lugar para las declaraciones de amor y el espacio colectivo más íntimo. Lo digo por lo que pasó al inicio de la primera función de competición del VI Festival Internacional del Circ -Elefant d’Or- Ciutat de Figueres. Había 2.200 personas sentadas. Estaba todo a punto para más de dos horas y media de función cuando Genís Matabosch salió a presentar el espectáculo azul. Yo creía que diría el tópico que a él le gusta: “Y empezamos sin más preámbulos…”. Pero me equivoqué. Espetó en catalán y dirigió al público una frase que sonó fuerte: “os quiero”. Y a renglón seguido la justificó por haber conseguido en solo cinco años ser el “mayor acontecimiento de circo de todo el Estado” y el “segundo más importante de Europa”.

La verdad es que, visto lo visto, cada número fue un morreo. Hubo algunos de verdad, como la pareja de Estados Unidos Smirnov, que presentó un excelente y elegantísimo número de quick change. Otros eran más simbólicos y salen de mi imaginación, ya que la compañia Grechushkin (Rusia) hacían tales proezas, como un quádruple en la cama elástica -un poco justito eso sí- que daban ganas de saltar a la pista y darles un gran abrazo.

Otro morreo, en este caso político. El del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, al proyecto de Circus Arts Foundation, a la capitalidad mundial del circo de Figueres y al museo europeo del circo. Fue en forma de mensaje grabado que se proyectó, junto a otras declaracions públicas, durante el espectáculo. La verdad es que fue algo raro escuchar declaraciones institucionales entre número y número pero la ciudad está en campaña por el museo. Y acto seguido, justo después de Puigdemont, hubo besos al circo con animales. El número de perros del artista ruso Evgeny Komisarenko fue una maravilla, una joya por su orden, sincronía, ritmo, energía y belleza. Para mi fue el mejor número de la noche junto a Hooligang Acrobatic Troupe (volteo acrobático) y la troupe Grechushkin (fast track con trampolín), pero tiempo habrá para analizar los números. Hoy sigue el festival con funciones escolares y de competición del espectáculo rojo.