El Mag Stigman hace posible lo imposible

El Mag Stigman hace posible lo imposible

Ignasi Stigman (Barcelona, 1984) es un apasionado del circo desde su niñez, cuando sus padres lo llevaban a ver las grandes producciones que el Gran Circo Mundial presentaba dentro de la plaza de toros La Monumental de Barcelona. A los once años empezó a imitar a los malabaristas que veía y se inició por su cuenta en la manipulación de mazas y pelotas. Pero con esto no tenía bastante.

Aquel niño de espíritu inquieto decía a sus padres que quería ser artista. Su madre, como que no había manera que le concretara la especialidad, y lejos de hacerlo desistir de su propósito, lo apuntó a la única academia de artes escénicas que encontró. Se convirtió en un Billy Elliot que aprendía danza rodeado de chicas por todas partes. Cuando en casa supieron de la escuela de teatro Memory, no dudaron de inscribirlo. En este innovador centro, dirigido por Ricard Reguant y Àngels Gonyalons, siguió danzando al mismo tiempo que aprendía interpretación, claqué y canto.

Su madre lo apuntó a la escuela de Teatro Memory y allí se convirtió en Billy Elliot. Aprendió interpretación, claqué y canto

Pasaba el tiempo y aquel chico pelirrojo que nunca paraba quieto todavía seguía sin desvelar la duda de qué tipo de artista quería ser, hasta que un buen día, cuando ya tenía catorce años, vio la luz fascinado por las actuaciones en directo de algunos magos y, sobre todo, por las apariciones televisivas de David Copperfield y el Màgic Andreu. Ignasi se convirtió así, como en un hechizo, en el Mag Stigman, un estudioso de la magia que nunca ha querido especializarse en ninguna rama del ilusionismo. Hacerlo sería como poner paredes en el bosque.

El aprendiz de mago era consciente que abrirse camino en el difícil mundo del espectáculo puede ser para un recién llegado como entrar en un laberinto en el que va pasando el tiempo dando vueltas sin ir a ninguna parte. Por eso decidió que lo mejor que podía hacer era no poner todos los huevos en el mismo cesto y tener un plan B. Influenciado por los libros de Richard Wiseman, estudió la carrera de psicología, que además de tener una buena salida laboral le ha dado unos valiosos conocimientos para aplicar en sus actuaciones. Y es que para engañar la mente del espectador nada mejor que conocer su funcionamiento. Y como dice el dicho, el que la sigue la consigue. Finalmente se ha salido con la suya y, después de compaginar los bolos que le surgían con su trabajo en una escuela, hace cinco años que se dedica profesionalmente a la magia.

La magia como herramienta pedagógica

Mag Stigman nunca ha abandonado del todo su tarea como docente. Firme defensor de la magia como herramienta pedagógica, ha sido ponente en las Jornadas de Magia y Ciencia organizadas en el Cosmocaixa y desde hace años imparte la asignatura La magia como herramienta educativa en la Universitat Ramon Llull (Barcelona). Al mismo tiempo ha diseñado dos series de conferencia-espectáculo. En la primera potencia la creatividad mediante trucos mágicos tradicionales y modernos. En la segunda enseña como los magos usan las matemáticas para dejarnos boquiabiertos.

Confiesa haber aprendido mucho de esta última especialidad conocida como Matemagia gracias al libro homónimo publicado por una auténtica eminencia: Fernando Blasco Contreras, doctor en Ciencias Matemáticas por la Universidad Complutense de Madrid.

Esta magia sin polvos mágicos ni abracadabras ha cambiado la vida a más de uno…

Así lo han reconocido profesores de escuela o instituto que no sabían qué hacer con sus alumnos, agradeciendo al Mag Stigman que se le diera un golpe de mano para convertir el que para algunos era una pesada asignatura en algo apasionante. Y por si todo esto fuera poco, desde hace años es colaborador habitual de Catakrac, programa infantil de la televisión Betevé, donde semanalmente enseña a los niños un sencillo truco de magia con el que impresionar a familiares y amigos.

No ha abandonado del todo su tarea como docente y es un firme defensor de la magia como herramienta pedagógica

El Mag Stigman sigue haciendo su camino, llevando la contraria al dicho que dice: aprendiz de mucho maestro de nada. Y le ha ido bien, porque ser polifacético le sirve para muchas cosas en la vida y en la profesión. Esta polivalencia le ha abierto un abanico de posibilidades profesionales y en el momento en el que la covid-19 ha causado estragos y parecía que tendría que buscarse otro trabajo, ha seguido ganándose el pan con la magia. Y es que el show siempre tiene que continuar… todos necesitamos distraernos para olvidarnos por un rato de los problemas del día a día.

Espectáculos virtuales en tiempo del covid

La suspensión de los espectáculos presenciales dio paso a los bolos virtuales para particulares y sobre todo para empresas, un nuevo mercado que ha venido para quedarse. El Mag Stigman sigue sintiendo cosquillas en el estómago antes de cada actuación, pero la situación no es la misma porque acostumbrado a tener a los espectadores en la platea ahora se le han encogido: le cuesta acostumbrarse a verlos reducidos a ventanillas dentro de la pantalla de su ordenador, hasta que uno de ellos aparece en primer plano para interactuar. Todo ello parece estar sacado de una película de ciencia-ficción.

Económicamente no gana lo mismo que en un bolo en directo, pero por otro lado se ahorra el tiempo y los gastos de desplazamiento y en un solo día puede hacer varias actuaciones a un público que se encuentra a muchos kilómetros de distancia, como una empresa mexicana y unos catalanes establecidos en Londres que lo contrataron.

La trilogía de Stigman

Más que magia, Fabuloso y El Circo de los Imposibles forman la trilogía creativa de Mag Stigman. Este último espectáculo, familiar y estrenado poco antes de la pandemia, se ha adaptado a la nueva realidad. Ha cambiado la manera de interactuar con el público, que ya no toca el material ni sube al escenario y participa en la distancia desde su asiento hasta que se levanta para participar en una coreografía grupal al estilo de Bollywood. Stigman es como el Tres en Uno: entretiene, educa y genera un buen rollo muy necesario en momentos como el que estamos viviendo.

Heráclito dejó escrito para la posteridad una sentencia que seguirá vigente hasta el fin de los tiempos: nadie puede bañarse dos veces en un mismo río. Y del mismo modo que el agua que circula nunca es la misma, la magia va cambiando en función de las circunstancias del momento, los gustos del público y la creatividad de los magos.

El Mag Stigman está en permanente evolución y todavía tiene mucho camino para recorrer. El futuro es suyo y de todos aquellos que sueñan con los ojos muy abiertos. Por todos los que todavía no lo habéis visto trabajar podéis acercaros a ver una de sus actuaciones a la Sala Cincómonos de Barcelona.

Seguro que no os deja indiferentes.

Un homenaje a The Great Carmo

El ilusionista Harry Cameron (1881-1944), más conocido como The Great Carmo, actuó en 1921 durante dos breves temporadas en los teatros barceloneses Victoria y Tívoli.

En este último alternó la presentación de su show con la participación en un espectáculo circense presentado por Corzana y Perezoff, en el que compartió escenario con dos míticas parejas de payasos: Pippo y Seiffert, Antonet y Beby. Desconocemos cómo el poeta Joan Brossa descubrió a The Great Carmo, pero lo cierto es que en 1967 le dedicó unas palabras, recogidas en el libro Rua de Libros, publicado por Ariel-Colección Cinco de Oros: The Great Carmo.

Mag Stigman, apasionado de la historia de las artes escénicas, descubrió la historia de Harry Cameron gracias a la biografía The Great Carmo: The Colossus of Mystery. Entre las vivencias narradas por Val Andrews, una llamó la atención hasta el punto de convertirla en el punto de partida de su nuevo espectáculo: la desaparición de su circo en un incendio y la ruina de su promotor.

Y como el espectáculo debe continuar y las personas viven mientras haya quien las recuerde, Ignasi se encarga de recordarnos que hace años hubo un hombre que hacía posible lo imposible.

Estas son las palabras en catalán que dejó escritas Joan Brossa: El secret consisteix que el fons doble / quan el bagul és abocat endavant, / no pren part en aquest moviment / i la noia s’amaga al darrera.

(Artículo publicado en el número 68 de la revista de circo Zirkólika. Puedes suscribirte a la revista aquí y recibe gratis nuestro último número)

Próximas actuaciones

El próximo sábado 29 de enero presentará “Fabulós” en la sala Cincómonos de Barcelona (Carrer de Roger de Llúria, 128). Un espectáculo familiar de magia visual donde introduce tres trucos de matemagia, disciplina que utiliza para enseñar las matemáticas de manera divertida, y donde combina el humor, los malabares, coreografías y la participación del público.

En el mes de marzo, los días 5 y 6, actuará con “El Circ dels Impossibles” en el Teatre Apolo de Barcelona (Av. del Paral·lel, 59). Un ‘show’ muy participativo, en el cual se combinan la magia, los malabares, las coreografías, las grandes ilusiones y mucha música. 

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