La sentencia de muerte de los circos con fauna salvaje en Cataluña ya está escrita. Ahora sólo falta que hoy, hacia las cinco de la tarde, se haga un debate en el pleno del Parlament y posteriormente se vote una prohibición que entrará en vigor a partir del verano del año 2017 y que cuenta con el apoyo de CiU, ERC, PSC e ICV-EUiA, y la oposición de PP, Ciudadanos y todo el sector del circo, que había pedido una regulación.

 

Durante la tramitación se han introducido algunos cambios, ya que la intención inicial era prohibir todos los animales en las pistas de circo y no había ninguna moratoria. Esta moratoria de dos años, introducida durante la tramitación de la ley, permitirá que el festival Temporada Alta (Girona) y el Mercat de les Flors (Barcelona) puedan programar el espectáculo de Baró d'Evel Cirk Bestias, estrenado el mes de junio en Lyon (Francia) con dos caballos, cinco periquitos y un cuervo. También podrán actuar todos los circos con números de elefantes y fieras en aquellos municipios donde no haya una prohibición.

 

La ley que hoy se aprobará no cerrará el debate de los animales en el circo, ya que en el plazo de tres meses desde la aprobación de la ley, el gobierno deberá constituir un observatorio sobre el uso de animales en circos. En este observatorio, que deberá decidir antes del otoño de 2017 si se prohíben reglamentariamente otros animales, habrá "representados los ámbitos científico y académico de la etología, la veterinaria y la zoología, los colegios profesionales de abogados y de veterinarios, los circos que tengan espectáculos con animales que no queden expresamente prohibidos por la ley y las entidades de protección de los animales".

 

Como si fueran los inspectores de la ONU buscando armas químicas, la ley señala en su disposición final que "los circos que se establezcan en Cataluña deben facilitar el acceso de los miembros del observatorio en las instalaciones respectivas, con el fin de garantizar los trabajos ".

 

Una de las grandes preguntas que ahora mucha gente ya se hace es qué se entiende por fauna salvaje, ya que la ley no lo aclara. También habrá que ver si los circos, después de esta cuestionada tramitación, están dispuestos a participar en el observatorio que creará el gobierno catalán.

 

La prohibición ha sido impulsada por los diputados Josep Rull (CiU), Oriol Amorós (ERC), Jordi Terrades (PSC), Hortència Grau (ICV) y Quim Arrufat (CUP). Este último diputado, pero, a pesar de firmar la propuesta de ley, no ha asistido ni a las comparecencias posteriores ni a los trabajos de la ponencia y, hoy por hoy, es una incógnita saber qué acabará votando.

 

La iniciativa ha provocado un importante malestar en el sector del circo, sobre todo por los argumentos criminalizadores que se han utilizado y que se mantienen en el preámbulo de la ley a pesar de los cambios introducidos a última hora por el departamento de Cultura, el carácter discriminatorio de una ley que sólo afecta al sector del circo, y la forma en que se llevó adelante la iniciativa, sin ninguna consulta con las compañías de circo.

 

Durante el debate de esta tarde se prevé que el grupo de ICV-EUiA, uno de los impulsores de la iniciativa, haga autocrítica de cómo se ha llevado la tramitación de esta ley.