Lo visto en el Alexis Gruss fue alucinante. Un espectáculo total, de estos en los que se acaba el show y solo puedes decir “Olé”. Para mí, un espectáculo total. Total porqué no descuidaron ningún elemento a tener en cuenta. A parte de los grandes jinetes y artistas de circo que son la toda la familia del Alexis Gruss, junto con su orquestra, a esta producción se han sumado una cantante y ocho bailarines/acróbatas de la compañía "Les farfadais". En definitiva, música en directo, una iluminación muy cuidada, una infraestructura alucinante, emociones y expresividad en estado puro y unos artistas de primera.

 

“Quíntessence” habla de los cuatro elementos: el aire, la tierra, el fuego y el agua, yendo en busca del quinto elemento, la luz. I así, plasman escénicamente todos estos creando atmosferas totalmente distintas, con cambios de vestuarios y, porqué no, con cambios de escenario. El circo Alexis Gruss cuenta con dos pistas simultaneas: la pista para el volteo de los caballos y, si miras un poco la cúpula, ves otra pista enorme, de las mismas dimensiones, pero por encima de tu cabeza. Dependiendo de las necesidades del show, hacían bajar ésta segunda para realizar otro tipo de números. Y esto no es todo. Cuando digo que realmente plasmaban los diferentes elementos era así de real. Uno de los momentos más preciosos del show fue el que empezó a llover. Agua que empieza a caer de la pista colgante, telas que descienden y "Les farfadais allí, con esa expresividad, con ese sentimiento tan puro y palpable que tienen.

 

Por supuesto, la familia Alexis Gruss estuvo fenomenal. Presentando multitud de números con caballos y otros de circo (como malabares o escalera libre), son unos artistas de los pies a la cabeza. Tienen consigo alrededor de 40 caballos, todos machos, y llegan a presentar en la pista a más de 20 a la vez. Asombroso. Realizaron números de volteo acrobático, de alta escuela, un gran carrusel, lanzamiento de tiro con arco, etc. No querría acabar sin destacar uno de los momentos más plásticos del espectáculo. “Les farfadais” aportan un qué muy distinto a lo que he podido ver hasta ahora. Creo que la virtud recae en la formación que tienen los integrantes. Como ya he dicho, a parte de ser acróbatas, son bailarines. Unos artistas muy completos. La expresividad que llegan a tener cuando salen al escenario es bestial. Bien, pues el momento que mejor plasma todo esto que digo fue el de la fotografía. Sus cuerpos semidesnudos, danzando con harina. Representando a la tierra, con el juego de luces que había, al impregnarse toda su cuerpo, la expresión se multiplicaba por 100. Belleza en estado puro. Y que bonito era ver como lanzaban harina y se difuminaba por todo el cielo. Efímero y único a la vez.